Cap. 5 - El caleidoscopio

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Era un nuevo día, la luz de la ventana y el canto de algunas aves que jugaban en el árbol que estaba junto a ella despertaron a Tine.

Se levanto y se dirigió a esa ventana, la cual se convertía en un pequeño balcón, por la que había caído Thyme hacía un par de días. Se asomó para ver si ya había despertado el ángel.

-"Se ha vuelto a ir."- Dijo un poco decepcionado luego de darse cuenta que no estaba por ningún lugar.

Después volteó hacia su cama y vio nuevamente a Kami durmiendo tranquilamente sobre su almohada. Le dio ternura el darse cuenta de que el pequeño serafín no se apartaba de su lado ni un momento.

Enseguida comenzó a prepararse para ir a la escuela. Antes de salir tomó una manzana de la cocina para irla comiendo en el camino, y también en un recipiente un pedazo de pastel que aun quedaba de su festejo de cumpleaños, éste se lo daría a Kami para que pudiera comerlo mientras lo esperaba. Luego de invitarle aquel helado se dio cuenta de que le gustaban las cosas dulces así que pensó que sería una muy grata sorpresa para él.

Las clases transcurrieron tranquilamente y como de costumbre, y al final del día los amigos de Tine, al igual que el día anterior, le pidieron ir a algún lado al término de éstas. Tine se volvió a negar pero le insistieron.

-"Acaba de llegar un circo, tienen casas de espantos y de espejos, será entretenido para matar tiempo y pasar el rato."- Le dijo uno de ellos.

Sin decir más se lo llevaron en bola para que no se fuera a escapar de nuevo.

Entraron primero a la casa de espantos. Todo era, como siempre en este tipo de negocios, escenografías baratas y personal con máscaras del mismo presupuesto que aparecían de repente para "asustar" a quienes iban pasando por esa casa.

Aún así por diversión corrían para no dejarse atrapar por esos "zombis" y "fantasmas" que querían "comerlos". Entre risas gritaban supuestamente asustados y se empujaban unos a otros para avanzar mas rápido. Incluso Kami corría y reía divertido junto con Tine.

Entonces entraron a la siguiente casa que era una especie de laberinto. Tine se separó de sus amigos y entró a un cuarto que estaba cubierto de espejos.

De repente todo estaba en silencio, solo se escuchaba el sonido de una campana muy pequeña, parecía casi el sonido una caja musical.

Vio su reflejo frente a él y enseguida comenzaron a aparecer decenas de reflejos iguales al rededor. Volteó asustado en todas direcciones.

Después todos esos reflejos se disolvieron y aparecieron cientos de figuras llenas de colores, como en un caleidoscopio.

-"Es impresionante."- Dijo Tine mientras lentamente empezaba a sentirse hipnotizado por todo aquel espectáculo que parecía mágico.

Kami apareció de la nada y se lanzó a su rostro para evitar que siguiera viendo todo aquello. Tine despertó de su trance luego de sentir el cuerpo afelpado, como el de un peluche sumamente suave, de Kami sobre su cara.

-"¡¿Qué haces?!"- Le preguntó al serafín.

-"No veas, o te perderás en todas esas ilusiones"-

-"¿De nuevo se trata de un demonio?"-

-"Así es."-

-"Vaya, vaya. No pensé que este poder espiritual tan grande viniera de un humano. Esto será mucho más fácil de lo que creí."- Se escuchó la voz de alguien decir. Esta voz no era tan terrorífica como la del demonio anterior, pero aun así, no por eso éste era menos peligroso. -"Sería un desperdicio que todo ese poder siguiera en manos de un simple mortal."-

Wish I had an AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora