Cap. 4 - El enlace

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Tine despertó poco a poco. Parecía como si todo hubiera sido un sueño. Hasta que luego de asomar un poco más la vista se dio cuenta de que su habitación seguía tan desordenada como la noche anterior en la que llegó Thyme.

No solo eso, el pequeño serafín se encontraba durmiendo sobre su almohada. Era un animalito realmente tierno.

Tine se levantó mucho antes de la hora que usualmente lo hacía para comenzar a ordenar su habitación. Después empezó a alistarse para ir a clases.

Kami siguió durmiendo durante un rato más.

-"Buenos días"- Dijo dando un bostezo la pequeña criatura. Parecía haber descansado bastante bien.

-"Buenos días. Iré a la escuela. Regreso por la tarde."-

-"Te acompañaré."-

-"No puedes, los demás te verán."-

-"Puedo hacerme invisible para las demás personas."-

-"¿De verdad?"-

-"Sí, también Thyme puede hacerlo. Así que no seremos un problema para ti en cuanto a eso."-

-"Aún así no quiero que me distraigas."-

-"Prometo no hacerlo. Esperaré paciente en algún rincón de tu salón de clases."-

Tine se detuvo a pensar por un momento. Ante la insistencia del serafín creyó que quizás no tenía opción.

-"Está bien..."- Le contestó.

De camino la pequeña criatura iba volando en silencio muy cerca de él. Como prometió, se mantuvo quieta en alguna parte del salón hasta que terminaron las clases.

Los amigos de Tine lo invitaron a hacer algo después de la escuela como usualmente lo hacían, pero esta vez decidió regresar solo a casa.

De camino se detuvo frente a una nevería que estaba cerca de un parque.

Se encontraba pensativo. El serafín le había dicho que el ángel se alimentaba de su aura, pero ya habían pasado bastantes horas desde que le pasó algo de su energía luego de la caída, la cual según la pequeña criatura había consumido todo su poder espiritual. ¿Estaría bien? ¿O moriría de hambre a causa de su orgullo?

-"¿Tú de qué te alimentas?"- Le preguntó a Kami.

-"Yo no necesito alimento."- Le contestó.

-"¿Entonces no comes nada?"-

-"Puedo comer, solo no lo necesito. No hará ninguna diferencia"-

Tine pidió un par de helados. Los llevó a una de las mesitas que se encontraban en el exterior e invitó al pequeño serafín a acompañarlo, quien gustoso comenzó a comer aquel helado que era mucho más alto en tamaño que él.

Luego de terminar retomaron su camino a casa. Se adentraron en aquel parque que estaba cerca, el cual se iba volviendo cada vez más oscuro a medida que avanzaban

“Que extraño, no recuerdo que este parque fuera tan tétrico” Pensó Tine, esto no parecía ser normal. No solo eso, dejaron de escucharse los ruidos de al rededor como los coches, las personas, incluso el canto de las aves.

-"Tine, nos ha encontrado un demonio."- Le dijo el serafín.

Tine se detuvo en ese momento y volteó a verlo preocupado.

Después, en el callejón completamente oscuro que se encontraba frente a ellos, se empezaron a ver lo que parecían algunas luces de un color rojo muy intenso. Aquellas luces resultaron ser unos ojos, los cuales pertenecían a una enorme criatura con forma de una espeluznante araña. Aquel terrorífico animal tenía además una boca enorme llena de filosos dientes y colmillos.

Wish I had an AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora