Cap. 10 - El aura

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-"A todo esto, ¿cómo es que Lucifer puede tener tanto poder en el infierno? Si es un ángel, ¿no debería debilitarse igual que los demás?"- Preguntó Tine.

-"Hay algunos ángeles y demonios cuyo poder es tan grande que ese tipo de limitaciones deja de existir para ellos."-

-"Y esos ángeles y demonios, ¿aún así no entran al territorio del otro?"-

-"Sí lo han hecho, se enfrentan con quien los iguala en poder. Esos enfrentamientos pueden durar lo mismo que una batalla con un ejército entero."-

-"Impresionante..."- Dijo Tine tratando de imaginarse todas aquellas cosas extraordinarias que le contaba el ángel.

-"Tine, creo que ya entiendo a lo que te refieres en cuanto al dolor de Lucifer."- Le dijo Kami.

-"¿De verdad?"- Le preguntó el chico.

-"Sí, fue como lo que pasó con Cerberos, ¿cierto? Había un gran dolor que lo tenía transformado en ese monstruo. En cuanto pudo sanar esa herida volvió a su verdadera forma, a ser él mismo, y se mostró feliz y cariñoso para con los otros. Todo lo contrario a cuando esa herida lo lastimaba y era hostil y peligroso para con los demás."-

-"Tienes razón, él es el ejemplo perfecto."- Le contestó Tine.

El ángel rebelde pudo entender el porqué en ese momento Tine le ordenó quitar esa daga del pecho de Ceberos. Quizás de forma inconsciente, gracias a sus propias vivencias, supo qué era lo que Cerberos necesitaba, tal y como se los estaba explicando Kami. De cualquier manera prefirió advertirlos sobre el peligro que él veía.

-"No en todos los casos es así, hay seres que simplemente son malos."- Les dijo el ángel severamente. Su preocupación era que terminaran lastimados de algún modo por querer ver solo el bien en las personas o en cualquier otro ser.

-"Claro, tienes razón. No en todos los casos es así..."- Le contestó el chico.

Llegaron a la escuela.

Ahora que era visible, el ángel llamaba la atención a donde quiera que iba. No solo era su atractivo físico, sino también sus extravagantes ropas lo que hacía que todos voltearan a verlo.

Tine seguía preguntándose de donde sacaba todos esos atuendos. Ahora llevaba puesto un pantalón de cuero negro con unas botas del mismo color que le hacían juego perfecto. Una camisa de seda estampada y encima de ella un abrigo bastante voluminoso que también llevaba un estampado, el cual era de guepardo. Además de esto sabía estilizarse muy bien su cabello para resaltar la belleza de su rostro. En esta ocasión lo llevaba más cargado hacia un lado, lo cual lo hacía verse sumamente atractivo. También sabía combinar accesorios con su atuendo, como unos piercing que adornaban la oreja que quedaba al descubierto de su cabello.

El chico jamás hubiera imaginado que alguien como el ángel prestara tanta atención a su imagen. Parecía casi un modelo en pasarela en cada una de sus apariciones.

Al entrar al salón de clases Tine vio nuevamente a Violette frente a su butaca. Ambos se sonrieron en un gesto de saludo. Thyme se sintió nuevamente incómodo.

Al terminar las clases, la chica le pidió una vez más a Tine acompañarla un rato. Tine aceptó, pero cuando se levantó para irse vio como Thyme atravesó su pierna para impedirle el paso. La mirada del ángel no estaba puesta en él, sino hacia abajo.

El chico de algún modo entendió que el ángel no quería que la acompañara, pero al mismo tiempo no había querido decírselo directamente.

-"Lo siento, tengo que ponerme al corriente con unos apuntes, ¿te parece bien si lo dejamos para después?"- Le dijo Tine a la chica.

Wish I had an AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora