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No he abierto muy bien la puerta cuando siento a mi dominante amiga apegarme a ella y poseer mi boca.

Gimo cuando sus suaves y exigentes labios se posan en los míos con dominio, y vuelvo a gemir simplemente por el placer que me provoca tenerlos de vuelta. A la mierda, extrañaba su boca, su sabor, su rudeza, Kiki era otra en la intimidad y eso me enciende una hoguera.

-¿Esto es lo que querías Vio? -su voz suena entrecortada por la falta de aire- ¿Tanto te molestó verme con Rus?

-Esa idiota parecía tener otras intenciones contigo.

-¿Que pena que no me gusten las chicas, eh?

Veo la sonrisa traviesa que se dibuja en sus labios y estoy a punto de soltarle una de las mías cuando siento su boca invadirme una vez más, pero a diferencia de la primera, lo hace con parsimonia.

Con su mirada en la mía, posa su húmeda lengua por mi labio superior, delineando tortuosamente lento para después repetir el proceso en el inferior, lo succiona y suelta un sonido de gozo que me hace gemir. Finalmente lo muerde y se separa.

Respira Violeta, respira.

Inmóvil y casi asfixiada la miro con la boca entreabierta sin saber que hacer o que decir ¿de qué hablábamos?

Pero su dominio vuelve y siento como de un empeñon mete su lengua en el interior de mi boca a la vez que sus manos aprisionan mi cintura. Gimo y es que en sus brazos solo eso puedo hacer. Me derrito cuando su lengua toma control en mi cavidad bucal, realizando movimientos expertos con tal pericia que me tiene a punto del colapso.

Un beso... y estoy echa un manantial entre las piernas.

Me voy a casar, amo a Cris, me excita Cri...

A la mierda.

Olvidándome de todo, respondo a su tentadora invitación, sujetándola de la nuca y pegándola más a mi. Si es que eso es posible.

Mi cuerpo tiembla en contacto con el suyo, y me dejo llevar por el deseo que me provoca mi mejor amiga. Si, una mujer. Y cuando sus manos aprietan mi trasero, chillo. ¿Me acaba de apretar el trasero?

Mis mejillas enrojecen cuando corta el beso con una sonrisita de por medio.

-Parece que ya tengo otro de tus puntos débiles Vivi.

-Jodete Oliver.

Sus ojos cambian a un negro peligroso y sé que no es ira lo que reflejan. Me toma del pelo y me apega a su rostro. Es tan jodidamente dominante que me dejo hacer hacer a su antojo.

-A la única que voy a joder es a ti -muerde el lóbulo de mi oreja y me estremezco cuando delinea mi oreja con la punta de su lengua- espérame en la cama Vivi, no tardo.

Mis piernas cobran vida propia, y sin plantearmelo, ya estoy de pie frente a la cama. ¿¡Pero qué carajo me pasa!?. Estoy a su merced, a su total disposición. Húmeda y más que excitada, lista y sumisa a que haga lo que le plazca conmigo, y eso me sorprende, sin embargo no lo freno si no todo lo contrario.

-El juego es de ambas Oliver -saco la pequeña caja del armario y esbozo una sonrisa lasciva- veamos si puedes con esto mi querida amiga...

Ya sin ropa, y acostada en la cama únicamente con la lencería que me obsequió, mi mente máquina en un sin fin de ideas lujuriosas. chiara sobre mi, Chiara debajo de mi... Kiki, Kiki, Kiki.

Mis manos bajan al tanga de encaje y me sorprendo de lo húmeda que estoy ¡santo dios, nunca me había sentido de tal modo!

Despacio comienzo a frotar sobre la tela y suspiro. Cierro los ojos y separó más mis piernas con la imagen de ella en mi mente.

Fuck me!  (KIVI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora