Me remuevo en mi cama y gimo de dolor. Todo mi cuerpo me duele como si hubiese reducido una golpiza.
-Mierda.
Con cautela consigo ponerme de pie, sintiendo el dolor en cada paso. Mi entrepierna pasó factura de la noche anterior.
Me lo merezco por perra.
Resoplo antes de meterme a la ducha y el recuerdo se apodera de mis pensamientos.
La forma en la que me tocaba y que me poseía, cada mirada. Suspiro. Solo pensarlo aviva mi deseo.
-Esto está mal
Me meto a la regadera y suspiro cuando el agua empapa mi piel, y me relajo. Mis senos están sensibles y todo mi cuerpo está enrojecido y lleno de moretones.
-Por dios, Chiara es un animal.
Sin embargo sonrío. Esta mal sentirme tan suya, pero se siente tan bien...
Acaricio mi vientre recordando cada tacto y bajo hasta mi zona más adolorida. Los movimientos de Chiara eran bruscos y sin piedad, pero las caricias y los besos que dejaba en mi espalda lo compensaba.
Y sus palabras...
Eres preciosa Vivi
Disfrútalo, solo quiero hacerte sentir
Así Vio, así... eres perfecta
Suspiro y me recuesto en la pared de la ducha. Mi corazón late con fuerza.
¿Qué me sucede?
Cierro los ojos. Dormir en los brazos de Chiara nunca se sintió tan bien como anoche, y sin duda no quería apartarme de su lado ¿qué ha cambiado? Ambas estábamos sudorosas y acaloradas y sin embargo solo quería tenerla pegada a mi piel... Algo totalmente diferente a cuando lo hago con Cris, no toleró su sudor, y me sofoca tenerlo cerca sin bañarme antes, y...
-Debo dejar de comparar a Kiki con Cris, no hay nada que comparar.
-Obvio que no, yo soy mejor.
Me sobresalto con la voz y me asombra ver a Chiara totalmente desnuda frente a mi. Sus ojos brillan con malicia, y descienden por mi cuerpo. Me estremezco la verla morder su labio mientras realiza su recorrido lascivo por mi piel, hasta subir nuevamente a mis ojos.
-Buenos días princesa.
Y eso es lo único que necesito para sonreír como tonta.
-Hola Kiki.
-¿Dormiste bien?
-Kiki, dormimos dos horas.
-Suficiente para retomar energía -me guiña un ojo y yo ruedo los míos, pero sin dejar de sonreír- ¿Fui muy brusca?
Si que lo fuistes, salvaje Oliver, ¡y vaya que lo disfrute!
Suspiro
Dios, que masoquista me he convertido.
-Un poco...
Y mentirosa
¡Reacciona Hodar, tu entrepierna está hecha mierda, y todo tu cuerpo tiene moretones!
Me estremezco cuando sus manos acarician mi pecho con tanta delicadeza que me derrito con sus toques.
-Como lo siento Vivi.
Noto que sus caricias son únicamente en las zonas rojizas, y se que se siente culpable. Típico de Kiki.
-¿Te arrepientes de lo de anoche? -arqueo una ceja incrédula.