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¿Pero como decir que no con la penetrante mirada de Chiara Oliver sobre mi?

Trago con fuerza y asiento, intentando convercerme a mi misma.

-Muy bien, ¿inicias tú o yo?

La pregunta me desconcierta, ¿qué se supone que debo iniciar?

-¿Qué?

-Ok, lo haré yo -responde sin más, y procede a actuar.

Jadeo de sorpresa al ver como Kiki, mi mejor amiga, de deshace de la parte de arriba de su pijama, permitiéndome ver su perfecto dorso y su bien trabajado abdomen.

Sabía que Kiki  se ejercitaba, y rayos, he visto dotos de ella en bikini. Pero eso estaba muy diferente a la realidad.

Su piel blanca luce suave y tentadora y sus pechos parecen endurecidos, seguramente por el frío de la habitación, ¿frío? En estos momentos me siento en el Sahara, hace más calor que en el puto infierno.

-¿Qué pasa Vio, no te gusta lo que ves?

Su rostro muestra inocencia, pero sus ojos chispean con petulancia; Ella percibe mi nerviosismo y no pienso permitir que se salga con la suya.

Arqueo una ceja mirándola de arriba a abajo, intentando no mirar con demasiada énfasis para no perder la concentración de mi siguiente jugada.

-Luces bien Kiki, pero ahora es mí turno.

De un jalón consigo que tome mi puesto en el borde de la cama. Desde mi lugar puedo ver el botón rojo de la cámara titilar, y frente a mi Chiara expectante.

Jamás he hecho algo semejante y me está resultando sumamente atractivo. Sonrió de lado mientras comienzo a liberar cada botón del pijama, todo bajo la atenta mirada de mi amiga.

-Mierda.

Me estremezco al oír su voz ronca, acompañada de un leve gruñido cuando finalmente me deshago de la blusa. Sus ojos lucen hambrientos y me detallan sin vergüenza, consiguiendo que mi nerviosismo de paso a un sentimiento completamente diferente.

Deseo.

Con la mirada en Chiara, y dejandome guiar por la excitación del momento, me aventuro a bajar el restante del pijama, quedando únicamente en bragas ante ella.

Durante unos segundos veo cómo me recorre con su mirada de forma analítica, y temo por un segundo perder la estabilidad de mis piernas.

-¿Qué pasa Kiki, no te gusta lo que ves? -sin pensarlo me siento a horcadas sobre su regazo. Y me estremezco al oírla gemir cuando dejo caer mi peso sobre sus piernas.

Nunca había visto una mirada tan sensual en toda mi vida. La forma en que los ojos de Chiara habían adquirido un tono azabache me tienen sofocada, pero mi error fue mirar sus labios.

¡Oh mi dios!

Tan rosados y carnosos ¿siempre se han visto así? Y ver como atrapa su labio inferior entre sus dientes fue mi detonante. Una corriente se desliza por mi espina dorsal de forma exquisita, consiguiendo ponerme los pelos de punta.

Un dedo de Chiara se desliza por mi clavícula y se detiene entre mis senos. Jadeo. El momento está resultando más íntimo de lo que esperaba.

-Eres preciosa...

Sonrió como tonta y siento mis latidos acelerarse. La voz ronca y deseosa de Kiki, junto a su lado tierno y cariñoso me dejan sin palabras. Son dos mujeres en una, y hasta ahora es que consigo notarlas.

Abro mi boca para responder pero en cambio libero un jadeo de sorpresa y placer al sentir la calidez de su boca atrapar uno de mis pezones.

Es posesiva, mucho. Y deliro cuando su lengua traza perfectos círculos alrededor de la aureola. Degustando cada detalle con énfasis. Gimo. Estoy tan excitada que creo que llegaré al clímax con sólo tener su lengua degustando mi piel.

-Mmm Kiki... Eso se siente tan bien...-mi mano se ajusta a su suave cabello y la presiono para que no deje de hacerlo- ¡oh kikiii!

Juguetea con mi pecho mientras yo le revuelvo el cabello, y continuo apretándola contra mi.

¡Oh Dios!

Ladeo la cara entre jadeos y veo por un segundo fijamente el lente de la cámara. Me siento sensual y atrevida en ese instante. El morbo del momento y el excelente trabajo de mi amiga me tienen más que empapada. Y cuando creó que la simple caricia me va a hacer estallar ella se detiene.

Gruño de disgusto por la interrupción, pero noto en su cara que no tiene intenciones de parar, sino todo lo contrario. No necesitaba decirme nada, siempre hemos sabido interpretar nuestras acciones y extrañamente esta no era la excepción.

Se lo que quiere y me muero por ceder.

Me levantó de su regazo y sin pensarlo dos veces dejo caer la última prenda de mi cuerpo, quedando totalmente expuesta y a merced de mi mejor amiga.

La veo suspirar y pararse frente a mi. Sus ojos chispean de deseo y estoy casi segura de que los mio igual.

-Última oportunidad Violeta. ¿Quieres hacerlo?

Lo pienso por un momento. Estoy desnuda frente a Chiara, con una cámara como testigo, y evidencia de lo que esta a punto de pasar. Estoy mojada y receptiva...¿Quiero hacerlo?

-Si.

-No hay marcha atrás.

Fuck me!  (KIVI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora