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¡ Nunca jamás me había sentido tan viva!

Después de corrernos, nos rendimos al sueño, una vez más con nuestros cuerpos entrelazados. Fui la primera en despertar y aprovecho la oportunidad para apreciarla.

Dormida parece la misma niña inocente de años atrás que no podía enfrentar a nadie por si sola.

-Tan hermosa...

Aparto su pelo de la frente y admiro si tez morena y sus mejillas teñidas de rojo por lo vivido. Suspiro. Su pelo cubre la almohada y arruga la nariz en sueño. Se lo que significa su acción, algo no le agrada. Sin embargo adoro su nariz de ese modo, y me inclino para besarla.

-Mi Kiki... incluso dormida consigues hacer que mi corazón palpite con fuerza.

La arropo bien y me levanto lista para acomodarme ¿qué hora es? Las chicas debían estar por llegar.

Después de darme un baño y ponerme una muda de ropa salgo a la sala lista a recoger nuestro desorden cuando noto la presencia de alguien en el sofá.

Mierda

-Veo que te sientes mejor...

-Dena

-¿Se divirtieron?

-Yo... esto no es... -carraspeo sin saber explicarlo- ¿dónde está Alex?

-Se fue a alistar.

-¿Alistar?

Dena no me mira, su actitud es seria y distante, muy diferente a los días anteriores.

-Nos encontramos con un tal Lucas, dijo conocer a Chiara.

Aprieto los puños al recordarlo.

-¿Y?

-Hará una fiesta esta noche y quiere que vayamos... especialmente Chiara.

-Idiota -susurro entre dientes.

-Le dije que sí

-¿Pero por qué...?

-Estoy segura que Chiara habría dicho que si

Se pone de pie y se marcha dejándome sola frente al sofá con mi ropa y la de Kiki perfectamente doblada a un costado.

Maldición

-¡Qué emoción, una fiesta de ingleses!

-Alex, él ni siquiera es ingles, además nunca te has emocionado tanto con mis fiestas, y soy inglesa.

-¡Tu no cuentas Oliver!

Al anochecer nos alistamos para la fiesta y mi humor es del asco. No quiero ver a ese chico de nuevo, y especialmente no quiero verlo con Kiki.

Al llegar nos recibe con una sonrisa agradable, que perdura mientras habla con Kiki. La cabaña de su familia no es tan diferente a la de Kiki, salvo por algunas mejoras electrónicas; plasma central, sofás de cuero, un minibar, estéreo y una piscina ¿quién tiene una piscina cuando tiene un lago tan cerca?

La música era envolvente. El olor a licor impregna el ambiente. Giro y veo a Dena hablar con un par de chicos, mientras Alex se centra en le minibar.

-¿Te diviertes?

Giro y giro los ojos con fastidio.

-¡Estoy pasándolo en grande! -respondo dándole un sorbo a mi bebida.

-Esto está del asco -Kiki se sienta a mi lado y me quita el vaso para darle un sorbo- nunca hemos sido muy de fiestas.

-El alcohol nunca a sido nuestro fuerte -afirmo, recuperando mi vaso y dando un sorbo grande- ¿qué pasó con el tal Lucas?

-Oh, lo perdí de vista hace un tiempo

-Está prendado de ti

Arquea una ceja y me mira.

-¿Eso crees?

-Eso veo

-Pues pierde su tiempo conmigo, yo estoy prendada por alguien más

-Lo sé, es un idiota si se piensa que dejarás a Paul por él

Noto que baja su mirada y asiente con el semblante serio.

-Si, que loco

Guardamos un momento de silencio. No sé que decir y no sé si quiero hablarle. Por alguna razón siento enojo.

-Baila conmigo

-Somos chicas Kiki

-¿Y?

-Las chicas no bailan entre ellas

-Las chicas no follan entre ellas, y eso no nos detuvo

-Eso es solo un juego

Se encoge de hombros.

-Y esto es solo un baile -extiende su mano hacia mi- vamos Vivi, sé que te mueres por bailar.

Tomo su mano y la sigo hasta el puñado de gente. La música es suave pero sensual. Nuestros cuerpos se rozan con la voz de Camila Cabello de fondo.

-Amo esta canción

Mientras bailamos vamos dejando de lado la tensión. Nuestros cuerpos van adquiriendo confianza y soltura. Al diablo la gente, estoy con mi Kiki y sólo eso me importa.

Cada roce me calienta. Kiki es combustible. Me aviva y enciende. Me quema y lo disfruto.

-Quiero poseerte -susurro en su oído

-Quiero estar dentro de ti

-Quiero repetir lo de ayer

-Quiero amarte

Detengo mis pasos y la miro sorprendida ¿escuché mal? Ni siquiera tengo tiempo a reaccionar cuando un Lucas ebrio me hace a un lado y sin aviso sujeta a mi Kiki del mentón, besándola a la fuerza.

Odio, ira y celos...

Me acerco a él y con fuerza que desconozco lo separo y le doy una bofetada que resuena aún sobre la música.

-¿Pero qué...?

-¡No vuelvas a tocarla a la fuerza hijo de puta!

Y veo todo en cámara lenta. Su puño impactar en mi pómulo, el grito de kiki y finalmente yo cayendo al suelo. Todo se nubla, todo desaparece. Solo un nombre invade mi mente antes de desvanecerme por completo.

kiki...

Fuck me!  (KIVI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora