Ambar no se me separa un segundo en toda la noche. Se ve que se dió cuenta que estoy medio mal y no para de darme alcohol para que deje de pensar tantas cosas. Yo tomo todo lo que venga menos buenas desiciones se ve.
Nos volvemos a sentar en la mesa y Valen me pasa el brazo por el hombro, dándome un beso que no me deja respirar.
—Bueno bueno la parejita eh—grita Fede pegándole a Barco. Me separo un poco y veo a Agus, que en toda la noche no me dirigió la mirada. Bailamos entre todos pero él nunca se me acercó. Apenas me saludó cuando nos vimos y que yo sepa no estamos peleados.
—¿Como estas de la patada que te metieron el otro día?—le pregunto a Agus para que me hable de una vez por todas.
—Bien—apenas me mira. Valen empieza a repartir besos por todo mi cuello y empieza a hacerme cosquillas pero sigo concentrada en su mejor amigo.
—¿Te entró duro?
Espero que diga algún comentario desubicado como los que siempre me dijo pero no dice nada.
—Maso, si.
—Ah menos mal que estás bien.
—Si.
Fede y Ambar se dan cuenta y se miran entre ellos pero no se meten en la conversación. Valen no puede estar más distraído porque su mano está subiendo por mi muslo.
—Valen—sacó su mano y justo cuando voy a retarlo aparece una chica en la mesa y se sienta al lado de Agus como si lo conociera de toda la vida.
Es una pelirroja con un vestido rojo apretado que le queda espectacular y remarca cada curva que tiene su cuerpo. La chica es hermosa y ellos dos parecen conocerse muy bien por la mirada que le da Giay y ella le devuelve. No les puedo sacar la mirada por un largo tiempo, aunque Valen me ofrece bebidas yo trato de disimular pero es que ellos están muy pegados sintiéndose mutuamente con complicidad.
—Hola Valen tanto tiempo—saluda ella a la distancia. Pasa un brazo en el respaldo de la silla de Agus y él baja el brazo poniéndole una mano en la pierna. Me pican las manos de la bronca.
¿Quién es esta?
—Solo unos días.
—Pero te extraño—le sonríe cómplice a MI novio. A mi ni me ojea, ni me saluda ni nada.
A parte de víbora, maleducada.
—Fede, a vos tampoco te veo hace mucho. Se ve que tener novia los tiene agotados.
Ambar la mira con mala cara y después me mira a mi. Las dos nos miramos con el mismo gesto de asco. ¿Quién se cree que es para sentarse acá, hablar con nuestros novios con esa confianza y ni siquiera saludarnos.
—Hola, ¿no?—dice Ambar con la voz alta. Obviamente remarcando el hecho de que no nos saludó.
La pelirroja le echa un vistazo de arriba a abajo y la altivez que tiene me dan ganas de bajársela de una piña.
—Ah, hola—saluda cómo quien no quiere la cosa y después vuelve a ver a Agus—. ¿Bailamos?
—Obvio.
Se van hacia dónde está toda la gente bailando y toqueteándose entre sí y no tardan ni dos minutos en pegarse como si fuesen imanes. No distingo dónde empieza el cuerpo de uno ni el otro, están tan juntos que no sé cómo hago para no ir y agarrarla de los pelos por tocar a mi hombre.
Valen vuelve a pegar sus labios en mi cuello pero a mi me molesta su toque asique me separo.
—¿Quién es la pelirroja?—le pregunto sin poderlo evitar. Necesito saber quién es, no me importa quedar mal.
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Agustin Giay
Teen FictionAl principio si era un juego inocente, pero él no sabe en qué momento se fue todo al carajo.