Idrion de vuelo negro: Promesa: Idrion a Ryden

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 Yo ni siquiera soportaba las bromas, pero solo consiguiendo hacer reír al rey humano tendría su favor de mi lado y eso era lo que necesitaba para proteger a Ryden. No mi importaba convertirme en un bufón, de ser la burla de los humanos si con ello conseguía que Ryden dejara de llorar.

Él fue obligado a cargar con un castigo que ni siquiera le pertenecía, sufría de la peor de las injusticias y todo por una caprichosa hembra. Una hembra a la cual nunca logre desear, ya que era mayor mi odio hacia ella que cualquier otra cosa. Teniendo que verme obligado a escuchar los llantos y quejidos de dolor de Ryden cada noche, mientras me encargaba de hacer reír al rey humano y a sus súbditos para que me permitiera ir a verlo y cuidar de él.

Su cuerpo se encontraba demacrado y desnutrido, eso provocaba que me hirviera la sangre, por ende en más de una ocasión rete a Droxa por la libertad de Ryden. Pero no era capaz de hacerle frente, viéndome obligado a recurrir a Erkan y Declan, sobre todo a Declan. No éramos amigos, pero por lo menos no nos odiábamos lo suficiente como para soportarnos en una tregua silenciosa. Declan era el mejor de los guerreros y era de esperarse, al ser el más pequeño de sus hermanos le toco el peor de los castigos.

Sin embargo compadecerlo tampoco era una opción, si mostraba un mínimo gramo de compasión asía Declan este me habría desgarrado el cuello en un pestañeo. Era un guerrero, el mejor de los monstruos que habían creado Droxa y el rey humano, su orgullo. Un arma que también odiaba a su hermana a la hembra, aunque por diferentes motivos que los mios.

Yo por el contrario me encontraba atraído por Ryden, su esencia en el me indicaba que él era mi pareja aunque no se tratase de una hembra. Claro que eso era indiferente para mí, pero temiendo que viera estos sentimientos como producto de su condición como una hembra falsa, por ello no me atreví a declarar mis emociones. Anuqué ahora me arrepiento de no haberlo hecho.

Sin embargo, al sentirse en deuda conmigo y por mis constantes atenciones, me pregunto: "¿Qué quieres que te de Idrion, a cambio de todos estos años de protección?" Pensando que sería mi única oportunidad para tenerlo, para volverlo mío por ello dije sin duda: "Se mi pareja", claramente mis palabras le causaron temor, pero contrario a lo tenía previsto el asintió y me sonrió, una sonrisa tan cálida que mi corazón no dejaba de latir. Sus palabras eran todo lo que yo quería oír: "Algún día yo seré tuyo Idrion, seré tu pareja". Él me lo había prometido, que algún día seria mío y no pude dejar de soñar con ese momento. 

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