Nueva tierra.

Enemigo de sangre: Raena a Jack

_Actualidad 5.400 primer descontrol, en la actualidad._ Podría haber soportado cualquier cosa pero no el hecho de que mi hija más pequeña se haya unido en vínculo con un dragón de hielo.

Jack un arrogante dragón de hielo del linaje Snow. Simplemente insoportable y era de entender que no lo soportara, el fuego nunca podría congeniar con su opuesto. Tenía tantas quejas contra él y de aquella unión, pero la dependencia de mi hija asía él también me era alarmante. Pero sin tener de otra no hable, no, ni lo intente. No debía. Aun cuando sabía que tenía que hacerlo, por su culpa mi hija había estado en una situación horrible. Fue insoportable verla en ese estado.

Ha sido un secreto por mucho tiempo. Del cual no pienso huir y ocultarme tampoco, tanto fue mi odio por aquel individuo que ambos combatimos. El duelo en principio fue parejo, pero incluso con ello el odio nublo mis acciones, mi juicio. Ahora mi orgullo estaba herido y yo no pensaba en recuperarlo no tenía sentido, se supone que vences a una hembra y rompes su orgullo para tenerla. Pero este no era el caso, estas nuevas leyes las tenía que aprender a adaptarme a ellas.

Sin embargo en mis sueños hacia lo que yo quería, pero todas las mañanas despertaba más confundida que al momento de soñar. Sueños con sangre y odio, de una testaruda actitud. Mis emociones están revueltas. Ahora mismo no tengo vergüenza si quisiera verlo muerto ya lo habría hecho, era mi hija la única que me lo impedía.

Pero no tengo miedo de afrontarlo. Y yo no borrare. No quiero hacer esto ahora. Ahora que es real, estoy cansada de odiar sin odiar, de gritar maldiciones a su nombre. Y me estoy enloqueciendo. Gritando a todo pulmón molesta de algo sin sentido. Solo unas pulgadas nos separan, entre la tensión y el odio. Simplemente era mi orgullo herido y unos instintos retorcidos, tanta mierda ya me tenía hecha trizas. Tanto que solo la muerte podría arreglarme, o por contrario adentrarme más en una tortuosa tortura.