Capitulo 23: "El Informe Médico Y El Jutsu Estilo De Agua"

51 4 0
                                    

Estuvieron medio día en la cueva, para cambiar las ropas de la Kunoichi, salir y llevarla al centro de la aldea de la niebla, donde todo el equipamiento médico estaba. En la espalda de Zabuza, la Uchiha pudo contemplar con una profunda lástima la gran diferencia de clases sociales que existía en el lugar y el nivel extremo de pobreza donde niños y adultos luchaban por obtener comida. Con este nivel de desigualdad, no le sorprendía que Kirigakure no estuviese conectada al resto de las cinco grandes naciones como Iwagakure con Konoha y el puente Kannabi (que no volvieron a construir).

Los niños se acercaban a Haku y este les regalaba algunas monedas que tenía, siendo regañado por Zabuza en ocasiones puntuales.

Les estás dando todo lo que tenemos. Le decía. Más el chico solo sonreía y pedía disculpas, pero lo volvía a hacer. Nosotros tenemos. Ellos no tienen nada. Le respondía.

Dejaron de discutir hasta que llegaron al hospital. Tomaron a Tonemi y la llevaron a la sala de emergencias, donde le hicieron chequeos por todo su cuerpo (incluso en lugares que no quería que le revisaran). Mientras más tiempo se quedaba entre las paredes blancas de la tétrica instalación, más cosas susurraban las enfermeras y más hojas escribían en su informe.

La dejarían en reposo dentro del hospital por un par de días, o eso fue lo que le pidieron a Zabuza, quien se había auto proclamado como tutor de la joven para evitar sospechas sobre posible tráfico de menores. Le explicaron a los tres que Tonemi había perdido mucha sangre y que tenía que tener un muy buen control de chakra como para soportar una semana con una herida tan grande y con menos sangre de la normal en su cuerpo. Y aunque fue cuidada por los dos shinobi por otros cuatro días más, aún así se les hacía una situación poco común.

La enfermera terminó de hablar con el hombre, así que este aprovechó de sentarse a un lado de la cama donde estaba la joven acomodada. Leía con atención el libreto con todas las anotaciones y observaciones que le habían hecho.

-Te acaban de hacer un historial médico que compite con tus asesinatos. -le dijo-. ¿Qué es esto de que tienes secuelas de abuso sexual? ¿Es en serio? -estaba genuinamente impactado.

Tonemi lo miró con un poco de curiosidad y un pánico que le surgió de forma repentina. ¿De qué estaba hablando?

Tenía certeza de que las heridas de las que hablaba, o algunas al menos, habían sido curadas por uno de los ninja que fue su maestro en un par de ocasiones, pero jamás abusó de su cuerpo.

A veces lo investigaba, otras le curaba heridas de misiones y siempre era bajo el mismo consentimiento de la kunoichi.

Pero no recordaba haber sido abusada sexualmente.

Sintió que su cabeza comenzaba a amenazar con doler y se quitó los pensamientos de encima en un abrir y cerrar de ojos. Tendría tiempo de ver eso después.

-No me gusta entrometerme en la vida privada de los demás, pero tienes un cuerpo tratado de forma exrraña. Algunas cicatrices fueron selladas con un hilo y una aguja, como si lo hicieras en misiones y te van a mantener en observación.

Recordó que esas cicatrices habían sido obra de Orochimaru y sus intentos de ayudarla. Nada de anestesia, un hilo y una aguja habían sido sus dos armas mortales para los latigazos en su espalda. En ocasiones la kunoichi quedaba inconsciente y despertaba boca abajo, adolorida pero sin sangrado. Recordaba a ese maestro como poco humano, pero ese dolor era mucho mejor que las estocadas.

La joven pudo ver un particular brillo en los ojos del Jonin que leía con una expresión indescifrable. ¿Sentía pena por ella? ¿O acaso era compasión? En el mundo ninja no se podía saber con certeza.

Tonemi Shinden || El Diente De LeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora