Tonemi Shinden || El Diente De León

Capítulo 01: "Los Mellizos Uchiha Y La Voluntad De Fuego"

Ser una chica dentro de un clan lleno de atractivos y poderosos hombres era bastante problemático. La gran
mayoría de las mujeres eran amas de casa, dedicando su vida entera a servir a la familia, a engendrar hijos y a vivir en la comodidad de la civilización, alejada del mundo real.

Sin embargo, ella no quería ser una civil. Ella no quería desperdiciar su vida haciendo labores domésticas o tener un esposo. Ella quería ser un ninja tal y como su tía Mikoto.

Mikoto Uchiha era una mujer hermosa. Maravillosa, llena de amor para brindar. Un alma amable, especial y dedicada. Si bien ya era una mujer casada y ama de casa, no quitaba que fue uno de los mejores Jonin que había tenido el Clan Uchiha.

No solamente eso, sino que también contrajo nupcias con el actual líder de los abanicos de fuego, Fugaku Uchiha, un hombre reservado, atractivo y leal que cuidaba a su gente mucho más que la misma aldea. Nunca tuvo la oportunidad de conocer a su madre o a su padre y siendo criada por su abuela, una señora amable pero estricta y tradicional, la pequeña estaba perfectamente preparada para ser una mujer perfecta para un líder perfecto.

Su hermano, por otra parte, era un chiquillo hiperactivo y positivo en todo momento, quien compartía su sueño y la apoyaba al 100% a pesar de las constantes discusiones con su tutora, que quería lo contrario. Obito, unos minutos más joven que ella, era su motivación para seguir el sueño de ser una de las mejores Kunoichi de todos los tiempos.

Ella es Uchiha Tonemi, uno de los dos descendientes directos del aclamado "Fantasma de los Uchiha", uno de los
fundadores de la Aldea escondida entre las Hojas, o mejor conocida como Konoha. De cabellos azabache, ojos oscuros y piel extremadamente clara, era una pequeña niña brillante y maravillosa, adorable, deslumbrante y, menudita.

Cuando la única persona que cuidaba a los hermanos falleció, ambos quedaron al cuidado de los actuales
cabezas del clan, Mikoto y Fugaku, e inmediatamente entraron a la academia Ninja. Con sus esfuerzos y sus noches sin descanso, se convirtió en la chica más inteligente de la clase (actualmente, habían dos niños muy
inteligentes, sin embargo ella no estaba interesada en tener algún tipo de rival todavía) mientras que su
hermano se volvió el chico bromista y divertido.

-Obito-nii, si quieres volverte un Hokage algún día, debes estudiar. -sus ojitos se enfocaron en un libro que
estaba leyendo mientras que su hermano estaba prestando atención a un escenario que ocurría frente a ellos-. No puedo apoyarte y ser tu sombra si no eres un Hokage sabelotodo.

Compartían sueños similares. Si bien Obito quería ser la figura más respetada de la Aldea Escondida entre las Hojas, Tonemi quería estar a su lado y ser su mano derecha, la sombra, y para eso, ella debía estudiar demasiado.

-Sí, lo sé... -comentó aburrido. Le gustaba la idea de ser un chico burlón y divertido, especialmente si tenía a Rin Nohara a su lado, que sonreía cada vez que lo veía hacer alguna tontería y se preocupaba por él.
Ambos de repente enfocaron sus azabaches ojitos en la pequeña conmoción dentro de la sala de clases.

-¡Vamos, Kakashi! -un chico con unas cejas sorprendentemente grandes, exclamó con una energía contagiosa y explosiva. El otro, un pequeño niño enmascarado de cabellos grises que siempre robaba la atención de todas las niñas (y lastimosamente, de Rin) no se veía interesado en luchar-. ¡Muéstrame tu verdadero potencial!

Al final (y a regañadientes) el pequeño aceptó. Después de un par de minutos de pelea, y como Obito había
supuesto un poco antes de que esta terminara, el chico de máscara conocido como Kakashi, ganó y Tonemi, viendo como nadie ayudaba al otro joven, corrió hacia él.

-¿Estás bien? -preguntó amablemente. El mencionado se sonrojó un poco. ¿No era ella la chica nueva? ¿Le
estaba hablando a él?

-Oh, ¡sí, s-señorita! ¡Estoy perfectamente bien! -se levantó con prisa y limpió un poco su ropa-. Muchas gracias por su preocupación. Mi nombre es Maito Gai, ¿quién es usted, florecilla?