Tonemi Shinden || El Diente De León

Capítulo 26: "La despedida y la serpiente blanca"

Los cuatro meses pasaron rápidamente. Tonemi ya había memorizado los jutsus de la niebla e incluso le había revelado a una persona que ella poseía las espadas Kiba. Mangetsu estaba sorprendido al saberlo, pero no dijo mucho más al respecto. Ambos estaban en la cueva con Suigetsu y Akimetsu durmiendo al lado de ambos. El mayor, comenzó a darle plática a la interesante compañera que había tenido estos 10 meses.

-Bah, que suerte tienes, esa es la única espada que no puedo utilizar, ¿Sabes? -comentó con un toque divertido, llamando la atención de la joven-. Verás, como mi cuerpo puede transformarse en líquido soy naturalmente débil al Raiton. Pero se manejar todo el resto de las espadas.

-¡Eso es asombroso! -exclamó-. ¿No tienes problema con que use las Kiba? -preguntó con genuina curiosidad.

Él negó con una sonrisa de esas de tiburón. A Tonemi le gustaba la vibra gentil y divertida del hombre frente a ella.

-No es como que pueda devolverlas a su pergamino. Las espadas se pueden invocar, pero no son únicas. Funcionan como cualquier pergamino de armas, nada más estas son más especiales y tienen propiedades únicas, como la Samehada por ejemplo. -Le enseñó el pergamino gigante que siempre traía consigo-. Esa espada tiene vida propia y elige a su portador dependiendo de la cantidad de chakra que tenga. Lo importante es este rollo gigante, no las espadas de los portadores.

Asintió. Le caía muy bien Mangetsu. Era el único (además de Zabuza y Haku) que sabía que ella no era una ninja de la niebla y la situacion fue hilarante. Tonemi le contó su historia tras un entrenamiento, donde Zabuza le pidió que luchara con sus jutsus de fuego para prepararlo por si debía toparse con algún usuario de dicho elemento.

El Katon llegó lejos y Mangetsu, quien los estaba buscando, casi se quema al esquivar ese ataque. El entrenamiento terminó y ella se vio obligada a revelar su verdadera identidad. Él le sonrió con ternura y le hizo cariños en la cabeza tras saber de dónde provenía.

"Así que tú eres ese ninja de la hoja que mató a tanta gente de Iwagakure... bienvenida, Tonemi. Lindo nombre, por cierto"

Se lo había tomado infinitamente mejor de lo que esperaba. Tonemi había estado muy insegura de si seguir con ellos o no, pero tras una larga conversación con el líder de este equipo, Mangetsu se mostró reacio a que se fuera a vagar por ahí.

-Es mejor estar en equipo, ¿no lo crees? Además, mis hermanos te adoran. No puedo decirles que te vas.

Ella, agradecida, prometió ayudar en el golpe de estado a pesar de todo lo que le ocurrió con el intento de golpe de los Uchiha, recibiendo una negativa.

-Zabuza no quiere meterte en esto. -le dijo-. Me contó lo que pasó con tu clan y definitivamente no te involucraré en un problema de nuestra aldea cuando tú ya sufriste algo similar en la tuya. Lo que sí voy a pedirte, es que cuides a Sui y a Aki mientras no estoy.

Tonemi volvió a asentir. Antes de volver a hablar, Zabuza los interrumpió.

-Debemos irnos, ya es la hora. -comenzó-. Ve con los hermanos de Mangetsu a la tierra de las Olas. Volveremos a penas termine todo esto. -Le entregó el uniforme ANBU de la aldea de la neblina-. Con cuidado, enana.

El Hozuki la miró llena de determinación y sonrió. Sus hermanos estaban en buenas manos. Se acercó a ella una vez se cambió de ropas y puso su mano en el rostro suave de la joven.

-Gracias por todo, Tonemi. -Le dijo con ternura, acariciando las suaves mejillas de su compañera-. Cuídalos bien, ¿de acuerdo?

Tonemi asintió con un pequeño sentimiento de ansiedad que no le gustaba para nada. No sabía si quería que Mangetsu se fuera, porque, y como ya había vivido antes, lo que acababa de hacer sonaba como una despedida.