Tonemi Shinden || El Diente De León

Capítulo 14: "El Legado Y El Contrato"

Tres días donde Tonemi había estado en el hospital siendo atendida por una Tsunade que pronto se iría de la aldea.

Tres días donde la gente intentaba volver a una vida que le había quitado noches de sueño, seres queridos y un Hokage.

La noticia se la dio Mikoto con una expresión de tristeza. Sasuke le dio un abrazo, como si el bebé supiera que algo malo estaba pasando y ella correspondió a su familia. Minato y Kushina la habían acompañado durante una gran parte de su vida. La guiaron y la aconsejaron. Le dieron un techo y la cuidaron cuando más los necesitó.

Hacían mucha falta.

A pesar de que Shizune dio el aviso a Kakashi de que Tonemi había vuelto a la aldea, ella no lo había visto merodear por su habitación en el hospital de Konoha. Quizás estaba haciendo las misiones que a ella no se le pudieron asignar.

Orochimaru pasó el segundo día a pedirle todos los detalles de su enfrentamiento contra los ninjas del país de la nieve. Ella le contó hasta el color de cabello del capitán de esa tropa, captando aún más la atención de un Orochimaru que se encontraba pensativo, sin embargo también le había llevado unos lirios blancos a su habitación cuando se suponía, estaba durmiendo. Sintió un par de caricias de su parte y vio en él un lado humano.

Hiruzen, el ahora Hokage, también había pasado a verla para preguntar más detalles sobre lo que vivió. La niña le pidió que tuvieran cuidado con esa región en particular y el viejo estuvo encantado de aceptar la solicitud.

Aprovechó además, de hablar con ella sobre el legado del Cuarto Hokage.

-Naruto se encuentra en el hospital ahora mismo. -dijo-. Se ha establecido que no se le puede comentar sobre la bestia en su interior.

Cuando le comentaron que Minato selló al zorro dentro del pequeño niño, a Tonemi casi se le va la sangre a la cabeza. ¿Cómo podía hacer algo tan riesgoso, en un bebé?

Pensó que por ser Uzumaki el niño resistiría, pero le daba una gran lástima saber que el pobre tendría que ser el portador de la bestia que mató a sus padres.

-Yo me imagino que usted lo va a cuidar. -Tonemi le hizo el comentario con un toque de odio-. Porque es hijo de Minato-sensei y le hizo una promesa a Kushina.

Hiruzen asintió varias veces, un poco nervioso tras el repentino cambio de humor de la niña.

-Claro que sí. No lo dudes ni un segundo. -le respondió.

-Hm.

La visita terminó con un pequeño aviso. Danzo la estaría esperando cuando termine su proceso de recuperación. La niña asintió, agradeciendo no tener que ir de inmediato a los cuarteles de raíz. Realmente no quería.

Los días pasaron entre visitas de su familia y de Tsunade. El único amigo que sabía que ella estaba ahí, no había pasado a verla y eso la tenía frustrada. Creía que habían cambiado un poco las cosas cuando salieron a la misión, pero al parecer, Kakashi también sufría con la muerte de su sensei. Aunque eso no era razón para mantenerse alejado de ella otra vez, lo entendía y se iba a quedar al margen. Si el chico no tenía ganas de verla, ella no lo forzaría.

-La academia ha estado pesada. -Itachi le comentaba-. Pero todo ha ido bien. Lamentablemente, las cosas no son tan fáciles como me gustaría, y siento... Que mi vida pierde sentido, tía Nemi.

Ese comentario le llamó la atención. Mikoto le había dicho unos días atrás que Itachi estaba particularmente pensativo desde la muerte del Cuarto Hokage y no sabía cómo ayudarlo o que él le contara lo que sentía.

Ella miró sus ojitos oscuros y tristes.

-El mundo es cruel, ¿no lo crees? -le preguntó el pequeño-. Una vida termina y así mismo, otra nace. El Sacrificio de unos pocos es la salvación de toda una nación...