Dalryok

capítulo 5

Ssibal, ssibal, ssibal. No está bebiendo absolutamente nada de soju, mi mentira va a acabar aquí y no puedo pensar en otra salida que parezca tan realista como para que se la pueda creer. Mientras estoy pensando demasiado y poniéndome nervioso, él simplemente sigue comiendo relajadamente, con el vasito a un lado, sin hacerle caso. Suelto un largo suspiro y bajó los brazos que tengo acalambrados de estar casi todo el día con ellos en alto y llevando el wonsam, Dak-ho deja de comer y me mira, suspira, deja los palillos encima del bol de arroz a medio comer y coloca sus brazos sobre la cadera, a ambos lados. Trago saliva y desvió la mirada, porque la suya es demasiado penetrante.

- Vas a decir algo o quieres que empiece yo, ¿decídete? - Me quedo sorprendido y le miró de reojo a lo que él levanta las cejas, esperando una respuesta, pero no sé qué es exactamente lo que quiere que responda. Su voz es grave y profunda, pero con un toque suave, lo que lo volvería irresistible ante cualquier chica. Tardó demasiado en contestar y suelta aire por la nariz fuertemente, provocándome un sobresalto.

- N-no sé a qué te refieres la verdad - Al terminar suelto una risa nerviosa, espero haber usado un tono bastante suave pese a lo nervioso que estoy, para que no se de cuenta del engaño. Levantó la mirada de mis rodillas y encuentro su mirada penetrante y el ceño fruncido, creo que no voy por buen camino.

El silencio inunda la sala de la manera más rara posible, él mirándome con una ceja levantada y una expresión seria con la que en conjunto parece estar buscando en lo más profundo de mi ser. Y yo con ganas de desaparecer y cada vez encogiéndome más en el sitio mientras miro mis rodillas (y le miró fugazmente de vez en cuando) y rezando a todos los dioses por un milagro que sé que nunca va a llegar.

Cuando pensé que nos quedaríamos así por horas o por la eternidad, él de repente suelta un largo suspiro y cuando levantó la cabeza me lo encuentro de pie y rodeando la mesita con la comida. Tal vez vaya a irse porque se ha rendido, ¿verdad? Pero lo que sucede a continuación me deja en shock.

Se acerca a mí dando grandes zancadas y yo por acto reflejo empiezo a caminar hacia atrás hasta chocar con una pared. Al llegar a mi altura (en tres zancadas) se agacha y me acorrala entre sus brazos y contra la pared, mirándome fijamente. Un sudor frío comienza a recorrerme por la espalda y el miedo me invade poco a poco, junto a una sensación de pánico. ¿Por qué demonios tiene que estar tan cerca? No puedo pensar bien y las ideas se agolpan en mi cabeza, lo inocuo que se me ocurre por acto reflejo es mirar en todas direcciones intentando encontrar una salida, sin éxito.

- No puedo decir por qué, pero sé que tú no eres Baek gyu jin. Obviamente, vamos a dejar de lado el tema de tu voz, porque realmente lo haces terrible. No sé cómo los demás han sido tan byongsin como para creerse esa farsa, pero conmigo es diferente. - Contengo el aliento mientras suelta estas palabras en un susurro y creo que me olvido de respirar porque él se aleja un poco de mí, lo que me permite volver a respirar y sentir momentáneamente un poco de libertad, pero su mirada me sigue presionando.

- B-bueno, la verdad es que yo tampoco sé cómo se lo han tragado. No pensé que duraría tanto, pero algo ha funcionado, ¿no? - Haneunim mapssosa! Pero qué demonios estoy diciendo, acabo de soltar una tontería detrás de otra y ni siquiera he pensado en ocultar la voz, aunque se ha dado cuenta y no merece la pena seguir fingiendo.

No paro de evitar su mirada desde que se ha acercado tanto, sostenerla es imposible. Hago un intento por mirarle y me encuentro con una cara de enfado y una mirada tan dura que hace que el corazón se me encoja, lo que hace que vuelva a apartar la mirada. Suspira, creo que se está enfadado, pero no puedo hacer nada, no sé cómo reaccionar, qué hacer o contestar. Estoy demasiado nervioso y él no para de presionarme.

Me toma por sorpresa y pego un pequeño bote cuando me toma por la barbilla y gira mi cabeza para que podamos vernos fijamente, frunce el ceño, pero la dureza en su mirada se ha ido y un destello de culpa se refleja en sus ojos. Me suelta la cara y no hago nada para apartarla cuando empieza a quitarme esos ridículos círculos rojos de la cara. El silencio nos envuelve y cuando me quita el nido de pájaros de la cabeza suspira.

- Creo que he sido un poco duro contigo, perdóname. - Coge un trozo de tela y suavemente lo empieza a pasar por mi cara, quitándome todo el maquillaje. Se ha sentado en el suelo, lo que nos ha dado un poco de espacio, pero aun así sigue demasiado cerca, aunque mi corazón se ha calmado un poco y mi cuerpo se ha relajado. (no sabía que estaba en tensión)

- Pero tienes que entender mi postura, yo tampoco estaba a favor de este matrimonio, solo lo he hecho por la felicidad de mi madre y al darme cuenta de que me habían engañado de esta manera tan sucia y rastrera me ha alterado un poco. - Termina de retirarme el maquillaje y deja la tela a un lado, su mirada se pasea por los lunares repartidos por mi cara.

- ¿Cuándo te has dado cuenta? ¿Y cómo? - Le dijo hundiéndose un poco, a este paso acabaré haciendo un agujero en el suelo.

-  Cuando compartimos votos, note que estabas incómodo y el cómo es bastante fácil, la voz te delata demasiado. - Se pone de pie y me acerca la mano, la tomo y me ayuda a ponerme de pie, para después ayudarme a quitarme el wonsam. Cuando me doy la vuelta me tiendo la capa y nos quedamos ahí de pie, mirándonos fijamente.

- Baek hwa ahn. - Digo bajando la voz, a lo que él responde levantando la ceja. Carraspeo y vuelvo a repetir mi nombre un poco más alto. Aquel nombre que no ha vuelto a ser pronunciado desde aquel incidente de hace tres años, del cual casi me olvido por completo y que a la vez suena tan raro al ser pronunciado después de tanto tiempo y más por mí.

- Baek hwa ahn, ese es mi nombre y soy el hermano gemelo de Gyu jin. - Me siento dejando el wonsam a un lado y le indico que se siente en frente, porque va a ser una noche muy, pero que muy larga.