Dak-ho: ¿Qué sucede entre nosotros?

21 3 43
                                    

Escucho atentamente su historia, sin decir nada, atento a cualquier cosa. Sé que me está ocultando algo, pero también sé que es inútil intentar sacarle información o preguntar al respecto, ya que le he notado muy esquivo en algunos temas. Lo que sé con certeza es que odia a sus padres, no sé el motivo, pero el resentimiento es muy fuerte y sus intentos por evitar el tema junto a su lenguaje no verbal son muy notables.

Después de todo este lío recojo la mesa y me voy a buscar un futón y ropa comoda para que pueda descansar. Mientras no dejo de darle vueltas a la última frase que soltó, la cual me parece sospechosa y me prometo buscar información sobre su familia al día siguiente. Aunque me temo que van a venir días duros y ajetreados. Antes de acostarnos le ofrezco mi ayuda, dejando caer que sé que oculta algo, pero que no voy a presionarlo.

A la mañana siguiente me despierto antes que él y antes de ponerme en marcha me regalo unos minutos para observarle dormir, la noche anterior las emociones me jugaron una mala pasada, pero hoy con la tranquilidad de la mañana puedo observarle tranquilamente, llegando a encontrar cierto encanto.

Niego con la cabeza y suspiro mientras salgo de la habitación con mi futón y sin hacer ruido. La zona en la que vivo tiene la peculiaridad de que hay distancia entre las casas, dándole un toque de privacidad, pero aún asi hay que tener cierto cuidado.

Repasando su plan de la noche anterior procedo a cortarme en el dedo índice y dejar que unas gotas manchen el futón, dejando que el rojo se extienda por la tela blanca. Mientras esta se seca me cubro la herida para que deje de sangrar y después lavo el futón, al colgarlo se puede percibir una mancha marrón donde minutos antes estaba mi sangre.

Entro en mi habitación intentando hacer el menor ruido posible en busca de un libro, ya he mandado una carta a Dong sun para que me ayude en la búsqueda de información sobre su familia. Me sorprendo al encontrarme con Hwa ahn despierto, pero rápidamente cambio de expresión, le hago un gesto para que me acompañe a desayunar y él acepta con un poco de miedo y recelo.

- ¿Qué te ha pasado en la mano? - Pregunta al percatarme de que tengo un dedo vendado, levanto una ceja por la forma informal y tan familiar que ha usado conmigo.

- Primero deberías saludarme, se te olvida que soy mayor que tú. - Hago una pausa y me siento. - Segundo, eres demasiado dormilón y me he tenido que encargar del tema de la pureza para que nuestros vecinos no sospechen.

Abre mucho los ojos al escucharlo y se inclina pidiendo perdón silenciosamente, niego con la cabeza y terminamos de desayunar. Tras esto nos dirigimos a la habitación y me cruzo de brazos viendo como Hwa ahn elige con cuidado un Hanbok, con una delicadeza inusual que me hace sonreír un poco, cuando se vuelve a mirarme cambio de expresión.

Paseo por el jardín repitiendo en mi mente una y otra vez la conversación que hemos tenido antes y no puedo evitar sonreír por lo tierno e inocente que es pese a lo feroz que intenta aparentar.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Estoy en mi estudio, pero no puedo concentrarme, lo sucedido esta mañana sigue acudiendo a mí y un montón de preguntas acuden a mi mente. En un principio pensé que el ataque de pánico era causado por salir vestido de mujer, pero en el mercado todo eso desapareció al verle interactuar normal y fingiendo a la perfección ser su hermana, aunque tenemos que hacer algo con su voz.

Algo más grave está pasando y sé qué tiene que ver con su pasado y con todo lo que me está ocultando, no puedo negar que cuando lo vi así una angustia me inundo el pecho y unas ganas de protegerlo me invadieron, por lo que no le quite el ojo de encima en ningún momento mientras estábamos fuera.

Suspiro frustrado intentando evitar este tema para dar paso a otro más importante, por ahora, su hermana. La cual al parecer ya tenía todo planeado, en ningún momento quería casarse y, al parecer, sabiendo que su hermano podría ponerse en su lugar le preparo para todos los problemas que podría darle en un futuro.

Terminamos de cenar y nos disponíamos a irnos a dormir cuando una piedra pasa volando por encima del muro del jardín, llegando casi hasta la base de la casa. A la piedra, atada con un hilo rojo, había una carta un poco arrugada y con el nombre de Hwa ahn escrito en ella.

Al leerla descubrimos que es de su hermana y me resuelve algunas dudas, haciendo que poco a poco el puzle que es Hwa ahn se vaya resolviendo poco a poco. No le pregunta nada y le observo mientras guarda la carta y evita mi mirada y el momento de enfrentarse a mí.

Desvía la conversación enseñándome un regalo que ha estado preparando para mi hermana y del cual me pregunto en la mañana. Decido darle la victoria de haber logrado algo aunque sea mentira, pero verlo feliz y emocionado por cosas simples o normales hace que dos sentimientos revolotean en mi interior.

- ¿Me harás algo a mí también? - Le miro levantando una ceja mientras está en su mundo y no puedo evitar soltar una risa, la cual llama su atención y me mira con algo de sorpresa. Niego con la cabeza y me meto en el futón sin dejar de mirarle.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Pensé que la tranquilidad iba a durar para siempre, pero una carta que me gustaría olvidar llega. Mi madre va a venir de visita, lo peor es que mi hermana viene con ella, lo que significa que va a ser una semana muy dura, no solo para mí, sino para Hwa ahn.

Miro a Hwa ahn y los recuerdos llegan a mi mente, no quiero que mi hermana le haga algo tan cruel a Hwa ahn, quiero protegerlo de todas esas cosas, aunque sea difícil. No quiero que el pasado se repita y menos con él.

Los días que vinieron después fueron un caos total y mientras ordenamos todo y organizábamos las cosas un sentimiento de cercanía y comodidad se instalaba entre nosotros. Los roces entre nosotros y los momentos de mirarnos infinitamente a los ojos se han hecho más frecuentes y algo dentro de mí ha empezado a tirar en su dirección.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- Dak-ho, sobre la conversación que tuvimos esta mañana. - Me pregunta durante la cena y no termina de formular la pregunta, pero ya sé a lo que se refiere.

- No nos preocupemos por eso ahora, ya lo solucionaremos en su momento. - Asiente de manera tierna. - No te olvides de que estoy aquí y puedes acudir a mí en cualquier momento.

Esto último no lo escucha porque vuelve a estar sumido en sus pensamientos, algo que me molesta un poco porque suele hacerlo muy a menudo. Me acerco un poco a él porque no contesta cuando le llamo y la pena poco a poco asoma a su cara lo que me preocupa y despierta dentro de mí la necesidad de abrazarlo y protegerlo. Al parecer mi cercanía le asusta y retrocede apresuradamente, dándose un golpe en la cabeza para acto seguido sujetársela y dejar escapar una cuantas lágrimas. Me acerco rápidamente a él.

- ¿Estás bien? ¿Te has hecho daño? - Pregunto mientras le aparto con cuidado las manos de la cabeza para comprobar si se ha hecho daño. Contengo un suspiro de alivio y él levanta la cabeza nuestras caras están muy cerca, tanto que puedo notar su aliento y percibir un olor a hojas de pino.

Nos quedamos así un rato, mirándonos a los ojos, aguantando las ganas de besarle e ignorando el calor que me sube por la espalda. Puedo notar que su mirada está fija en un punto específico de mi cara y sonrió sabiendo cuál es, hundiéndome más en sus ojos.

Me odio por lo que voy a hacer, pero como sigamos así se que no me voy a poder contener mucho más, rompo el momento carraspeando y alejándome de él, dejándole confuso y con la mirada clavada en el suelo con un poco de decepción cruzándole el rostro.

Me meto en el futón y Hwa ahn no tarda en seguirme, ha esperado hasta que me he quedado dormido, lo que él no sabe es que estoy intentando calmar los rápidos latidos de mi corazón. El silencio nos inunda y cuando me disponía a darme la vuelta su voz inunda la habitación.

- Perdóname, pero me he enamorado de ti Dak-ho

Sonrió en la oscuridad y cierro los ojos manteniéndose esas palabras presentes en mi mente, no le diré que le he escuchado decir esto. La felicidad me inunda pensando que mis sentimientos son los mismos y que ambos somos correspondidos, aunque solo lo sepa uno de los dos y que por desgracia es una relación sin futuro y que nos puede condenar a la muerte.

DalryokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora