"La madre del principe"

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Eva.

La llegada del noble Harper al castillo ha desatado muchas inquietudes.

Ha tenido muchas conversaciones en secreto con el consejero Odín. El príncipe ha estado estresado por la visita del rey Oliver, quien siempre cambia detalles en el plan de ataque contra MacRoyalti.

Siempre saca a la luz "conversaciones" y "reuniones" que ha tenido con los reyes de los demás reinos y que, por ende, el príncipe no ha recibido una carta de ellos.

Aunque... Para ser sincera, creo que trae algo más entre manos. Tiene conversaciones en francés con su acompañante "monsieur" Philips.

Han sucedido otras cosas. El príncipe ha recibido cartas de personas anónimas que dicen que el rey merecía morir, que el príncipe debería encargarse del reino antes que de la venganza, que ambos merecían la muerte, y otras cosas que, en mi opinión, son perturbadoras.

Nadie se ha encargado de buscar a los escritores de esas cartas, cosa que me parece muy rara.

No creo que pueda continuar ocultándome del consejero y el príncipe. Han estado tan estresados que por cualquier mínimo error... despiden al personal.

Se llevaron a una amiga mía, por tener la "histeria femenina", cuando realmente estaba siendo abusada laboralmente por el  consejero Odín.

Espero esta información le ayude.

Una vez terminada la carta. Claudia se dirigió fuera del castillo a reunirse en el mismo lugar de siempre, con el cartero de costumbre.

Cuando llegó a aquel sitio, se sobresaltó, al ver a un hombre completamente diferente al que conocía, vestido de cartero y con una pipa entre sus labios.

—¿Q-quién es usted? —preguntó Claudia, con notorio temor en su voz.

—Soy el nuevo aliado de la señorita Eva —dijo éste con un acento nunca antes oído en aquel reino.

—¡Eva no me ha contado nada de un nuevo aliado! —Sujetó la carta con fuerza y se apartó de aquel hombre.

Él suspiro pesadamente y del bolsillo de su pantalón sacó una carta que Claudia leyó cuidadosamente:

Estimada Claudia.

Sé que esto es repentino, pero he conseguido un nuevo aliado.

Llámalo Bob. Ya le he pagado un mes adelantado para que reciba y entregue las cartas a nuestras personas.

El cartero que mandaste... Lamento informarte que no lo podremos usar más, por no ser seguro.

Atte: Eva

Claudia no podía creerlo. Era la letra de la princesa, era su sello el de la carta, era su firma la del final.

Miró al hombre que estaba frente a ella. Tenía una mirada profunda e inquietante, se notaba que estaba estresado.

—No confío en usted... —susurró de manera (casi) inaudible

—Señora —habló Bob, con su acento—. La señorita Eva me pago para entregarle cartas a usted y a ella, no me pagó para caerle bien.

—Su rostro es inquietante...

¿Quién asesino al Rey? (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora