Capítulo 13.

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La castaña corrió hacia ellos y con sus poderes levantó el cuerpo de Pietro, Alec cargó al niño y Clint disparaba a algunos robots que estaban detrás de ellos. Pero los sobrepasaban. Emma subió a la nave y con sus poderes intentó curar el cuerpo del velocista, pero fue inútil —Emm— Natasha tocó su hombro.

—No, no, no, puedo hacerlo, le curé el brazo a Peter, debe funcionar— Natasha la apartó del cuerpo sin vida de Pietro. Una lagrima caía del rostro de la chica —No entiendo por qué no sirve, vamos Maximoff, prometiste que volverías.

—No es la primera vez que pierdes a un soldado en batalla.

—Esa es la situación Nat, no era un soldado— Emma se levantó y tomó asiento junto al castaño quien solo la abrazó en silencio.

Del otro lado se encontraba Wanda que, al sentir el dolor por la perdida de su gemelo, estalló en una gran explosión de energía, todo a su alrededor se desmoronaba hasta que Visión llegó a su rescate, y la llevó a otra nave. A lo lejos, Emma, vio a más robots acercarse, haciendo que se levantara lo más rápido posible y saliera de la nave —¡EMMA!— gritó Alec detrás de ella y comenzó a correr en su dirección.

—No tiene que quedar ninguno ¿Lo olvidas?— se volteó rápidamente a él, todo se estaba derrumbando haciendo que Alec tropezara varias veces, al llegar, la castaña disparó su poder a varios de ellos, pero Emma no notó que otro preparaba su cañón para dispararle, sin previo aviso este lo hizo, causando que la joven saliera disparada, al llegar Alec, disparó a varios robots y detrás de él, Natasha llegó a ayudarlo, Emma ya estaba en el suelo, en su torso tenía sangre debido al disparo, el castaño la tomó en brazos y regresó a la nave para que esta finalmente pudiera despegar.

—No me dejes, vamos Emm, quedate con nosotros— decía Alec mientras quitaba su ropa para ver la herida, la joven se comenzó a poner cada vez más pálida, Alec habló con Tony quién se encontraba aun destruyendo la ciudad —Señor Stark, Emma está herida— y ahí fue cuando Tony sintió como su corazón se detenía, el quería a la chica, para él era importante aunque nunca lo dijera, todos sabían que para él era especial. La quería como si fuera de su familia.

—Voy para allá.

Al llegar vio como el castaño tenía sus manos cubiertas de sangre, vio el cuerpo del velocista sin vida y a Clint herido al igual que Natasha —¿Qué pasó?

—Uno de los robots— dijo Alec mientras limpiaba una lagrima de su rostro—Tiene pulso — eso relajó a Tony.

—No puedes dejarme, demonio— Tony tocó su frente.

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La enfermería del complejo Vengadores estaba en silencio, apenas interrumpida por el suave pitido de las máquinas que monitoreaban el estado de Emma. La habitación era amplia y luminosa, con grandes ventanales que dejaban entrar la luz del sol. Una brisa suave movía las cortinas, creando un ambiente de paz y tranquilidad, en contraste con la agitación que había llevado a Emma hasta allí.

Emma yacía en la cama, inmóvil, con una expresión serena en su rostro. Los vendajes cubrían la herida en el torso y brazo de la joven, pero su semblante parecía en paz. Alec estaba sentado junto a su cama, como cada día desde que ella había caído en coma. El joven nunca perdía la esperanza de que, en cualquier momento, ella abriría los ojos y lo insultaría de la manera más infantil posible.

—Hola, Emma —dijo Alec suavemente, tomando la mano de ella entre las suyas— Hoy ha sido un día tranquilo. Tony está trabajando en una nueva armadura y Steve está entrenando a los nuevos reclutas. Ayer Sam se golpeó porque se probó una armadura de Tony y no supo manejarla, te guardé el video para que lo veas cuando despiertes... Esto no lo sé... ni siquiera sé si me escuchas— dijo mientras soltaba sin suspiro. Le contaba cada detalle del día, las pequeñas anécdotas y las grandes noticias.

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