Babysitter

Aprobación (1ra parte)

Transmitir seguridad a la pareja, un tema sobre el cual reflexionaba acomodado sobre esa comoda silla de escritorio, mientras su respingada nariz sostenia un boligrafo, ya habia leido libros, foros, opiniones en redes sociales, Kyojuro simplemente lo habia intentado todo y entre los miles de consejos, bastantes personas coincidian en que un gran paso en la relacion formal es presentarle tu novio a tus padres. En ese momento la mente del rubio viajo hacia la silueta enojada de su progenitor y la sonrisa amable de su madre que tambien lo acompañaba.

"Si tan solo ella viviera, seria sencillo"

Penso silente, mientras el boligrafo seguian un vaiven aleatorio sobre su fina nariz, confiaba en que Rengoku Ruka, lo apoyaria sin remedio alguno, con mucho amor y sabios consejos sobre su relacion, pero ese era el gran detalle que entorpecia su camino, ella no estaba mas en este plano de vida y su padre era un ogro de melena rubia que desaprobaba todo lo que hiciera, pensara o respirara, absolutamente cualquier accion o desicion estaba mal y luego lo juzgaba hasta hacer su corazon añicos, tenia que admitirlo, tenian una pesima relacion.

No deseaba estropear el dia de Giyuu con ese ogro buscapleitos y a su vez tampoco queria ocultarle lo feliz que le hacia ese hombre cada brillante mañana y cada lugubre anochecer, el era esa parte armoniosa de su estresante vida y sentia la necesidad de otorgarle ese valioso lugar, aparte de su corazon, frente a su familia, iba a proclamar que lo amaba sin miedo alguno.

" Aunque quizas si hago tiempo para que sea una reunion perfecta, tal vez el lo entienda"

Divagaba, recogiendoluego el boligrafo y jugando con aquel objeto, giraba sobre sus dedos, pensando a que lugar llevarlos, imaginando que Giyuu asistia vestido con ropa de hombre, jamas cruzo por su mente, engañar a su padre ni mucho menos pedirle a su novio que arme un teatro innecesario.

" Si Senjuro tambien viene, me sentire mejor ese dia"

Guardaba una tierna esperanza al evocar el nombre de su pequeño y lindo hermano menor, hace un año que no se veian. Esperaba que en un par de semanas su padre haria un espacio en su repleta agenda para el y que estuviera dispuesto a escucharlo, antes de gritar como loco.

De pronto, su calma fue interrumpida por unos pasos estruendosos que caa vez se hacian mas cercanos, la puerta se abrio subitamente, algunos de sus compañeros giraron en direccion al intruso de uniforme.

-¡Kyojuro, uno de los guaderspaldas de tu padre acaba de dejarme este mensaje: Ire esta noche a tu casa, ya se que tienes una amante"-

El rubio se levanto, su presion se elevo por aquella revelacion, Akaza no se atreveria a jugarle una broma de ese tamaño, la confrontacion visual indicaba que esto era totalmente cierto, sus compañeros empezaron a cotillear a su alrededor, varios sintiendose engañados porque deseaban ese titulo, se conformaban con almenos algo de amor de su parte.

- Akaza, ven conmigo al pasillo, por favor- Suplico aun con la tension en su piel, sus manos se congelaron y salio apoyandose sobre el borde de la pared.

Empezaba a creer que planear era una horrible maldicion.

.

.

.

El timbre de la escuela resonaba sobre el campus, Muichiro recogia sus libros y demas pertenencias, mientras veia a su compañera de larga cabellera limpiar la pizarra, se iba a ofrecer a quedarse hasta que sintio un mano apoyarse en su hombro izquierdo.

- Puedes decirle que me quedare a ayudarla?- Su amigo de peinado peculiar, se agacho y le susurro aquello con un claro rubor en su cara avergonzada.

- Oye Shinazugawa, no estamos en un jardin de niños- Lo reprendio con esa voz serena y melancolicamente vacia que lo caracterizaba- En fin...