Un show inesperado (Parte 2)

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Los hermosos ojos de Shinjuro se entrecerraron ligeramente, parecía estar pensando en algo y claro que tenia motivos después de ver a su hijo mayor con ese extravagante y sensual ropa de conejito, haciéndolo parecer uno de esos tipos raros de onlyfans, no le quedo mas que toser un poco, acomodarse la voz y retomar esa estremecedora seriedad paternal.

- Kyojuro, deshazte de ese traje ¡Ahora!-

El rubio menor, asintió y corrió llevando apurado su anteriores prendas de trabajo, se ubico tras el pasillo y rápidamente se cambio, volviendo a vestir el terno sofisticado con el cual acudía a la empresa a diario.

La mirada fiera volvió hacia Giyuu, quien en ese breve lapso de tiempo intentaba huir por la ventana, apenas percibió que lo observaba, entre nervios sutiles se dispuso a acomodar las cortinas.

- Cuanto polvo- Susurro con ese tono pasivo, intentando pasar desapercibido.

Esa vestimenta que portaba le quedaba muy bien, Shinjuro empezaba a sospechar de que era posible que aquella "niñera" se este involucrando sentimentalmente con su hijo.

- Mujer- Se refirió a Giyuu  y avanzo un par de pasos hacia el- ¿Te estas acostando con Kyojuro?

Ante tamaña pregunta de semejante calibre, la mano blanca que limpiaba la cortina rasgo la tela, hasta su cuerpo entero iba de medio lado.

Giyuu quedo atónito y en su cabeza retumbaba esas palabras torturándolo como si mil rocas cayeran sobre su espalda. Tengen, que los acompañaba no sabia si romper en carcajadas o mantener la poca seriedad que lentamente se desfiguraba en su rostro.

De pronto el sonido del timbre fue la salvación para el corazón de Tomioka y la expresión del peliplata.

En cuanto la puerta fue abierta por Shinjuro, un pequeño de cabellos largos, con mochila en brazo, sin levantar la mirada se presento de improvisto.

- Vine por mis tareas, esta vez cuanto me va costar - Dijo Tokito, buscando algo de efectivo en algún bolsillo de su mochila.

- ¿A quien le pagas por hacer tus tareas?- 

Claro que Shinjuro lo cuestiono, conocía demasiado bien a Muichiro y a los padres de este, al ser familias cercanas por la amistad entre Ruka y la madre del menor, el rubio se sintió con todo el derecho de tirar de su brazo y obligarlo a entrar.

- Maldición- Reprocho Tokito, se dio cuenta que había venido en el peor de los momentos.

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¡Plum! ¡Plum! ¡Plum! 

Tanto su hijo mayor, Tengen y Muichiro fueron castigados.

Tres cocotazos repartidos en la cabeza de cada uno, dolía como el infierno, mientras estaban arrodillados a los pies del exitoso dueño de la cadena televisiva.

Aunque los hombres aguantaron en silencio, alguna lagrimilla se escapo, especialmente en la mirada distraída de Tokito.

- ¿Y a mi porque me castiga?- Reclamo tocándose el chichón.

- ¡Te parece poco estar mandando a Uzui  a hacer tus  deberes!, ¿Crees que tu madre estaría orgullosa de ello?- Vocifero Shinjuro, entre autoritario y desdeñoso, ojos de fuego que los dejo envueltos en miedo.

A espaldas de el furioso padre, Giyuu aprovecho en guardar el traje de conejito en su bolso.

 Aquel castigo sucedió al confesarle sobre las tareas de matemáticas que le ayudaba Tengen a hacer, ninguno imagino que llegara el dia en que Shinjuro se enterara.

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