Cita en el museo (2da parte)

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Una platica donde los sentimientos desbordan se da por teléfono, Kyojuro necesita consejos como si fuera la primera vez que sale con alguien, en verdad necesita que su nueva historia junto a Giyuu sea especial.

Aun no acaban las horas estresantes de oficinas, aprovecha unos minutos bajo las escaleras del piso donde trabaja, necesita privacidad, pero alguien que tiene un caos de cabello rosa escucha atentamente.

- Kanroji, debo confesar que me siento muy nervioso- Relata con energía y sus ojos brillan en dorado- ¿Qué le gustara?¿Como debo vestirme?¿Debo comprarle un regalo?-

Ella contesta y tiene las mejillas en rosa al escuchar tantas pregunta, vive intensamente la nueva relación de su amigo, comparte la emoción y tiene absoluta intención de ayudarle a no fallar.

- Una cena romántica en el restaurante mas lujoso y acogedor, creo que eso seria muy predecible y quedarse en casa a comer es rutinario ¿Por que no piensas en otro lugar?, uno tranquilo, que te guste a ti también, en cuanto a la vestimenta ¡Te ves muy bien con lo que sea!-

Kyojuro medito, haciendo una pausa en pleno silencio, recordaba que antes de ser un oficinista fue un profesor de escuela, amaba la historia universal y no existía mas lugar donde exponer un poco de su vida que el museo central, ahora tenia otro debate consigo mismo ¿No será aburrido para el?; sin embargo no debe avergonzarse de sus intereses, si esto va a funcionar entonces no tiene que mentir sobre quien es el.

- ¿Hola?¿Estas ahi Kyo?- Mitsuri esperaba con muchas gotas de nerviosa su alrededor que le contestara.

- ¡Lo siento! Acabo de pensar en un lugar y me abstraje- Kyojuro puso una mano detrás de su nuca, sin percatarse que Akaza estiraba la oreja- Tengo pensado un lugar discreto, bonito y que despierta mi pasión (por la historia).

Por supuesto que la mujer entendía que se refería, a excepción de Akaza, su mente divagaba en diferentes tipos de hotel, con cama king decorada con rosas, jacuzzi, recamara con temática de prisión, hospital, lagrimas brotaron como cascadas y salió huyendo despavorido por celos.

- ¡Mucha suerte! Iré a comprarle un videojuego a Muichiro y estaré en tu casa pronto para reunir con la bebé-

La llamada concluyo.

Kyojuro volvió  a la oficina y se ubico en su silla cómoda y giratoria, sonrió de forma plana y empezó a buscar el contacto de cierto museo en el cual había trabajado antes de ser maestro.

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Las 8 de la noche.

Algunos se quedaban a trabajar horas extras, otro se preparaban para partir, entre ellos Rengoku, volvía a colocarse su saco azul oscuro y abrocharse los botones, se quedo en absoluta soledad o al menos eso pensaba hasta que escucho el rechinido de la puerta abriéndose en primer momento y luego cerrándose con seguro poco después.

- Iras a dormir con la niñera?-

Akaza no guardo su lengua mordaz provocado por la conversación anterior que escucho adrede, se mordia los labios internos, sus dientes rechinaban luego, tenia los ojos rojos de tanto lamento. Kyojuro no es ciego lo nota, pero no puede hacer nada al respecto.

- Ah, me escuchaste- Dijo con tono despreocupado y levemente serio, le dio la espalda guardando documentos que necesitaba revisar en casa- Respeto a Tomioka, hoy no le hare eso.

Aclaro con esperanza de que se cansara de el y se fuera resignado, nada de eso paso.

- No vayas Kyojuro- Akaza avanzo hacia el y lo atrapo en un abrazo, su rostro quedo pegado contra su espalda- Esta conversación no e resulta familiar? Lo mismo sucedió con ella, te suplique que no asistieras y esa noche te mostro las garras, haciéndote padre a la fuerza.

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