Descansaba entre suaves almohadas de plumas y sabanas sedosas sobre su piel, de pronto Giyuu se vio asimismo con una corta falda de varios pliegues que revelaban unas largas y lindas piernas blancas, quedo ligeramente boquiabierto de su aspecto, cuando giro la cabeza su jefe se encontraba a su lado.
Compartiendo la misma cama ¡Esto debe ser una locura!
Entonces las pupilas azules titilaron de sorpresa, miedo a lo desconocido, pálpitos en el corazón nacieron sonando a igual que un ruidoso tambor, Giyuu mostraba una expresión muy compleja, pero las palabras no salían de el, se quedo inmóvil y su patrón compartía ese silencio mas no la calma de su deseo, una mano lujuriosa toco su pierna y el pelinegro sintió al instante sus mejillas arder de vergüenza, las caricias no eran nada superficiales, fuertes y lascivas serian la descripción que merecieran, apretando esa piel de nieve y dejando marcas con esa boca que saboreaba su cuello desnudo.
- Tal vez no te guste que lo haga de esta manera- Esa voz ronca y seductora pertenecía a Rengoku- Soy inexperto, discúlpame si ahora muy rudo.
La frente de Giyuu era un volcán mismo cuando pronuncio aquello, quería corresponderle y la voz no le acompañaba, no entendía de que iba esa extraña situación, luego aquellas manos grandes e invasoras se trasladaron a su nuca, con la candente intención de atraerlo hacia el rubio, esto iba demasiado rápido y ya le exigía probar el sabor de sus labios. Tomioka no ofreció resistencia alguna, de una forma natural cerro los ojos, esperando por aquella unión que daría ilusión a un dulce beso.
Hasta ahora creía que esto era un sueño difícil de alcanzar y no se equivocaba...
Unos gritos terminaron con aquello que empezaba a desear en secreto.
- ¡De ninguna forma!- Rengoku elevo la voz y cuando Giyuu despertó lo reconoció frente a su cama, extendiendo los brazos- No dejare que los desvista.
Para ese entonces, Giyuu parpadeo varias veces, sentía su cuerpo caliente por la fiebre, aquel sueño colaboro en que esa condición empeorara, un medico de cabellos blancos y rostro amable explicaba a su jefe que por alta temperatura lo indicado seria administrarle un medicamento via intramuscular.
- Señor Rengoku- El medico retrocedió un par de pasos al ver la firmeza de su mirada bicolor- Es por el bien del paciente, o me ayuda con el detalle de su falda o usted busca a otra persona que lo inyecte, me dijo que se trata de su niñera, imagino que esta a su cargo y debe estar preocupado por ella.
Kyojuro al instante, como si estuviera contagiado por el estado febril, enrojeció enteramente. Tenia muchas ganas de decir la verdad sobre el genero de Giyuu pero mientras menos personas sepan que en realidad es un hombre era lo mejor según consejo de Tengen.
- ¡Umu! Estoy muy preocupado, solo déjeme la jeringa cargada y yo lo hare, lamento interponerme pero tengo mis razones.
El medico suspiro.
- Bueno, es usted muy protector con la señorita, accederé a lo que me pide y le indicare la forma de hacerlo, no es nada del otro mundo.
- ¡Se lo agradezco, Dr. Urokodaki!- Al fin Kyojuro dio el pase libre para que se acercara a preparar la ampolla y le diera los informes necesarios.
Al oír aquello Giyuu sudo frio, no estaba seguro de querer ser picado por un jefe inexperto, entre tanto pensamiento pasaron algunos minutos hasta que escucho un portazo que lo regresó al presente.
El medico había abandonado la habitación, luego Giyuu apretó la mirada al saberse solo con su jefe y una jeringa rellena de antifebril, esta vez los latidos serian de nervios y mas cuando Rengoku retiro las sabanas, el iba en serio dispuesto a cumplir lo mandado por el doctor, solo que Tomioka no estaba de acuerdo y se arrojo de la cama.

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Babysitter
FanfictionKyojuro es un papá luchón que necesita una niñera...O al menos eso pensaba >>Créditos de la imagen portada: https://twitter.com/.../status/1394626868012191748/photo/1