Caminaba con su vientre abultado de casi siete meses, las calles eran frías y solitarias más para un lindo híbrido de zorro con el vientre lleno de zorritos, no sabía de cuál de sus agresores había quedado en cinta pero tampoco era algo que pudiera solucionar sus problemas, era un prostituto de la zona roja de Beijing, un híbrido más que fue comprado, mimado y luego abandonado por la familia que lo adoptó, su dueño había muerto por la avanzada edad y después de eso los hijos del mayor lo arrojaron sin ningún miramiento a la calle.
A los 16 años de su edad híbrida el zorrito ya era uno de los más solicitados en la esquina de Wu y Shien, tomaba sus precauciones para no quedar preñado, no era in zorro ignorante pero en esa ocasión no había podido hacer mucho para evitarlo pues había sido acorralado por algunos hombres en uno de los callejones, el abuso fue tal que lo dejo incapacitado para salir de su madriguera para buscar alguna pastilla del día siguiente.
Ahora en la actualidad el zorrito cumplía 19 años aun no cumplía la mayoría de edad y ya tenía algunas bocas que mantener, como si ganarse la vida en este mierdero de mundo fuera tan fácil, ya tenía más de dos horas esperando a que alguien lo llevarán para sacar algunos pesos, pero cuando se daban cuenta de su abultada barriga pasaban de largo, un idiota incluso pasó tan rápido delante de él que salpicó el agua que se acumulaba de la llovizna frente a él.
Tenía hambre, frío y dolor de pies, esto no estaba para nada bien para el, menos cuando sus bebes exigían alimentos, pues se retorcian dentro de su pancita, estaba a punto de recoger sus cosas para irse a resguardar a su madriguera, cuando un lujosos auto blanco se estacionó frente a él, bajaron el cristal, el zorro movió su cola de manera vertiginosa, todo en ese auto olía a lujo, dinero y poder, si lograba que ese cliente lo llevara tendría por lo menos para una despensa, el pago de su control natal y algo para sobrevivir por lo menos unos días.
Dentro del auto un joven empresario de cabellera larga y oscura como la noche se quitaba sus lentes, sus investigadores le habían dicho que por fin lo habían encontrado, ese zorrito que el buscaba estaba en la zona roja de Beijing, la última ves que lo vieron estaba en esa misma esquina, pero desafortunadamente cuando el quiso ir por el no lo encontró, paso casi un mes frecuentando la parada del chico sin ningún éxito.
Esta noche había ido de puro milagro, no tenía esperanza de verlo ahí, ese era su presioso Xuanyu, no podía equivocarse, su amado esposo había regresado a él, así que cuando el pequeño zorro se asomo por la ventana dando su presentación, costos y detalles sobre sus servicios el joven dentro del auto tubo que contenerse para no saltar encima de el.
Su señoria no está a gusto con los costos, que le parecen su grandesa, el otro solo lo miraba con intensidad, su señoria, recalcaba el hibrido, si no esta de acuerdo, yo puedo, bueno podemos llegar a un acuerdo, puedo..... Ying trataba de dar el costo más elevado para sus servicios pues por experiencia sabia que entre más caro fuera la puta, más ego se elevaba en los clientes.
Pero justo ahora se estaba arrepintiendo de hacer su estrategia estelar de mercadotecnia, la cara del hombre que su suponía debía impresionar se quedó como en el limbo, el mayor se quedó embelesado con la belleza del zorro, misma que compartía con su difunto esposo, pero al ver que los ojos del hibrido se empezaban a aguar, reacciono al ver la cara de suplica de ese lindo zorrito, lo quiero todo, súbete, dijo con su cara más seria que podía, el chico corrió hacia el lugar donde tenía su maleta.
Tenía como costumbre cargar sus pocas pertenencias, sobre todo las indispensables, algunas mudas de ropa, artículos de limpieza y los pocos recursos que había guardado para su alumbramiento, al regresar al lado del auto, ya el hombre se había bajado de el vehículo, ha su alteza no era necesario que usted se bajara por mi, solo quería recoger mis pertenencias, dijo el híbrido con una brillante sonrisa, tienes algo más que ir a recoger?? , pregunto el mayora mirando la desgastada mochila que apenas hacia un bulto menor a su vientre sobre su espalda.
Haaa bueno, yo no tengo nada de valor en mi madriguera, respondió el híbrido, esto que ve aquí es lo único valioso que su esclavo tiene como pertenencia, dijo mientras se volteaba de espalda para enseñarle la mochila y esto es mi otro tesoro, asevero sobando su barriga, así que tengo todo lo que me importa aquí mismo, concluyó el zorrito mostrando sus colmillos, el hombre estaba enternecido con la actitud positiva del joven Zorro, su carácter no era para nada parecido al de su Xuanyu quien era cobarde y derrotista pero al menos su apariencia era casi la misma, con eso su adolorido corazón podría sobrevivir ahora que el amor de su vida ya no estaba en este mundo.