Primeros Sentimientos

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Las semanas siguientes al día en el lago pasaron en un suspiro. Jisung y Minho continuaron compartiendo momentos especiales, sus lazos fortaleciéndose con cada risa compartida y cada confidencia revelada. Sin embargo, para Jisung, estos momentos traían consigo una nueva y confusa emoción. Empezó a darse cuenta de que sus sentimientos por Minho habían comenzado a transformarse en algo más profundo que la simple amistad.W

Cada vez que Minho sonreía, el corazón de Jisung latía más rápido. Las pequeñas atenciones de Minho, sus palabras amables y su inquebrantable apoyo, comenzaron a significar algo más. La noche antes de dormir, Jisung se encontraba pensando en Minho, recordando sus conversaciones y anhelando su compañía. Pero con estos nuevos sentimientos también llegó el miedo. ¿Y si confesaba sus sentimientos y arruinaba la amistad que tanto valoraba?

Una tarde, mientras caminaban por el parque cubierto de nieve, Minho sugirió una idea que llenó de expectación a Jisung.

-¿Qué te parece si vamos al mirador esta noche? -dijo Minho, con una sonrisa que siempre lograba tranquilizar a Jisung-. Las estrellas están especialmente brillantes en esta época del año.

Jisung aceptó con entusiasmo, aunque por dentro sentía una mezcla de nerviosismo y emoción. Esa noche, se encontraron en el parque cercano a la casa de Minho y comenzaron la caminata hacia el mirador. El aire frío de la noche invernal no parecía tan cortante gracias a la calidez que sentía al estar al lado de Minho.

El mirador estaba situado en una pequeña colina a las afueras de la ciudad, lejos de las luces y el bullicio. Desde allí, podían ver el cielo nocturno en todo su esplendor. Al llegar, se sentaron en una manta que Minho había traído, uno al lado del otro, envueltos en sus abrigos y bufandas.

Las estrellas brillaban con una intensidad que dejaba sin aliento. Era una vista que Jisung no podía comparar con nada que hubiera visto antes. Sin embargo, incluso con la belleza del cielo estrellado, no podía evitar desviar la mirada hacia Minho, quien también estaba absorto en la vista.

El silencio entre ellos era cómodo, pero Jisung sentía la necesidad de hablar, de compartir lo que llevaba guardado en su corazón. Respiró hondo, intentando encontrar el valor para decir lo que había estado sintiendo.

-Minho... -comenzó Jisung, su voz apenas un susurro-. Hay algo que necesito decirte.

Minho giró la cabeza para mirarlo, sus ojos reflejando la luz de las estrellas.

-¿Qué pasa, Jisung? -preguntó con suavidad, una nota de preocupación en su voz.

Jisung tomó otra respiración profunda, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza en su pecho.

-Últimamente, he estado sintiendo algo... algo que no entiendo completamente, pero que no puedo ignorar. -dijo, sus palabras temblando ligeramente-. Minho, creo que estoy empezando a enamorarme de ti.

El silencio que siguió fue ensordecedor para Jisung. Cada segundo que pasaba parecía una eternidad. Estaba a punto de disculparse, de retractarse de sus palabras, cuando sintió la mano de Minho sobre la suya.

-Jisung... -dijo Minho, su voz tan suave como el susurro del viento-. Yo también siento lo mismo. He estado queriendo decírtelo, pero tenía miedo de arruinar lo que tenemos.

Jisung levantó la mirada, encontrándose con los ojos sinceros de Minho. La tensión y el miedo que había estado sintiendo se disiparon en un instante, reemplazados por una inmensa alegría y alivio.

-Minho... -fue lo único que pudo decir antes de que Minho se inclinara hacia adelante, acercándose.

El beso fue suave y tierno, un toque delicado que selló sus sentimientos y marcó el inicio de una nueva etapa en su relación. Bajo el cielo estrellado, rodeados de la tranquila noche invernal, ambos se sintieron completos, como si hubieran encontrado la pieza que faltaba en sus vidas.

Cuando se separaron, Jisung no pudo evitar sonreír, sus miedos disipados y reemplazados por la certeza de que, pase lo que pase, estarían juntos.

-No puedo creer que esto esté pasando. -dijo Jisung, riendo ligeramente, la felicidad evidente en su voz.

Minho sonrió, entrelazando sus dedos con los de Jisung.

-Yo tampoco, pero estoy feliz de que finalmente lo hayamos confesado. -dijo, su voz llena de sinceridad-. Prometimos estar siempre el uno para el otro, y esto solo hace esa promesa aún más fuerte.

Esa noche, bajo las estrellas, Jisung y Minho compartieron más que palabras. Compartieron sueños y esperanzas, confesaron miedos y anhelos, y se prometieron que, sin importar los desafíos que vinieran, enfrentarían todo juntos.

El frío de la noche ya no parecía tan intenso. Con el calor de su nuevo amor, Jisung y Minho sabían que podían enfrentar cualquier invierno, por más gélido que fuera. En ese mirador, bajo el manto estrellado del cielo, sellaron una relación que, aunque recién comenzaba, ya se sentía eterna.

Esa noche marcó el inicio de un amor profundo y sincero, un amor que prometía ser su refugio y su fortaleza. Y así, con el corazón lleno de esperanza y el alma llena de amor, Jisung y Minho emprendieron juntos un nuevo camino, confiando en que el destino los había unido por una razón, y que su amor sería la luz que los guiaría en los días más oscuros.

 Y así, con el corazón lleno de esperanza y el alma llena de amor, Jisung y Minho emprendieron juntos un nuevo camino, confiando en que el destino los había unido por una razón, y que su amor sería la luz que los guiaría en los días más oscuros

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The coldest winter without you (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora