La confesión de amor bajo las estrellas marcó un punto de inflexión en la vida de Jisung y Minho. A partir de ese momento, su relación floreció con una intensidad y una belleza que ninguno de los dos había experimentado antes. La conexión que ya compartían como amigos se profundizó, transformándose en un vínculo más íntimo y significativo. Jisung, quien solía sentirse abrumado por los problemas en su hogar, encontró en Minho una razón para sonreír y enfrentar sus desafíos con una renovada valentía.
Cada día juntos se convertía en una nueva aventura. Minho tenía un don especial para descubrir lugares escondidos y rincones encantadores en la ciudad, y disfrutaba llevándose a Jisung a explorar. Un sábado por la mañana, Minho llevó a Jisung a un pequeño café escondido en una calle lateral, decorado con luces colgantes y plantas en macetas.
-Este lugar es increíble -dijo Jisung, maravillado por la atmósfera acogedora-. ¿Cómo lo encontraste?
Minho sonrió mientras tomaba un sorbo de su café.
-Me gusta explorar. Siempre estoy buscando lugares nuevos y especiales para visitar. Pero compartirlos contigo hace que todo sea aún mejor.
Jisung sintió un calor en su pecho, una mezcla de gratitud y amor que parecía crecer con cada día que pasaban juntos. Se dio cuenta de que estos pequeños momentos, compartidos en lugares únicos, eran los que le daban sentido a su vida.
Otra tarde, Minho lo llevó a un mercado de pulgas lleno de vida, donde los colores vibrantes y los aromas exóticos creaban una experiencia sensorial única. Pasearon por los puestos, riendo y probando bocadillos locales, compartiendo anécdotas y sueños. En un momento, Jisung encontró un viejo libro de poesía, con la portada desgastada y las páginas amarillentas.
-¿Te gusta la poesía? -preguntó Minho, notando el interés de Jisung.
-Sí, siempre he encontrado consuelo en las palabras. Me ayuda a escapar de la realidad, aunque sea por un rato. -admitió Jisung.
Minho compró el libro y se lo entregó a Jisung con una sonrisa.
-Entonces, esto es para ti. Para que siempre tengas un refugio en las palabras, y también en mí.
Los días se llenaron de risas y pequeñas sorpresas, de secretos compartidos y apoyo incondicional. Minho siempre encontraba maneras de alegrar a Jisung, ya fuera con un mensaje de buenos días, una cena improvisada o una tarde viendo películas acurrucados en el sofá. La presencia de Minho en su vida era una constante fuente de fuerza y consuelo.
A medida que su relación se fortalecía, Jisung comenzó a enfrentar los problemas en su hogar con una valentía renovada. La situación con su madre alcohólica y la ausencia de su padre seguían siendo difíciles, pero ahora tenía a Minho a su lado para apoyarlo. Una noche, después de una discusión particularmente dolorosa con su madre, Jisung se refugió en la casa de Minho.
-No puedo más con esto. -dijo Jisung, su voz temblando mientras se dejaba caer en el sofá.
Minho lo abrazó con fuerza, su calidez proporcionando un refugio inmediato.
-Estoy aquí para ti, Jisung. No tienes que enfrentar esto solo. -le susurró Minho, acariciando suavemente su espalda.
Sentir el abrazo de Minho y escuchar sus palabras calmó a Jisung. Sabía que, aunque su situación familiar no cambiaría de la noche a la mañana, tener a Minho a su lado hacía todo más soportable. Encontró una fuerza nueva en su amor, una fuerza que le permitía enfrentar sus problemas con una esperanza renovada.
A veces, las noches se llenaban de conversaciones profundas. Hablaban de sus miedos, de sus sueños y de las cosas que los hacían felices. Minho compartió historias de su propia vida, de los momentos difíciles y de las pequeñas victorias que había logrado. Jisung encontró consuelo en saber que Minho también había enfrentado sus propios desafíos y había salido adelante.
Una noche, mientras paseaban por el parque, Jisung se detuvo y miró a Minho a los ojos.
-No sé qué habría hecho sin ti, Minho. Has cambiado mi vida de maneras que no puedo ni explicar. -dijo, su voz llena de emoción.
Minho sonrió y tomó la mano de Jisung.
-Yo también, Jisung. Tú me haces sentir completo. Cada día contigo es una bendición.
Bajo la luz tenue de las farolas, compartieron un beso suave, sellando su amor con la promesa de enfrentar juntos lo que viniera. La relación de Jisung y Minho se convirtió en su ancla, su refugio en medio de la tormenta. Encontraron alegría en los pequeños momentos, en las aventuras compartidas y en el apoyo mutuo.
El invierno continuó, pero para Jisung, los días más fríos ya no parecían tan duros. Con Minho a su lado, sentía que podía enfrentar cualquier cosa. El amor que compartían era su abrigo contra el frío, su luz en la oscuridad. Y así, con cada día que pasaba, su relación florecía, llenando sus vidas de momentos felices y la certeza de que, pase lo que pase, siempre estarían el uno para el otro.
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The coldest winter without you (Minsung)
FanfictionPara apreciar la belleza de los copos de nieve es necesario estar en medio del frio. Historia Minsung!