Típico Cliché al Inverso 🏀🤓 || DEKUBAKU

10.- Sentimientos

Habían pasado una semana de la última reunión del grupo de amigos, en las cuales, dos chicos habían pasado por varios momentos incómodos, empezando con pequeñas miradas que se dedicaban a cada minuto de cada hora del día, pequeños sonrojos que daban a la luz cuando tenían la más mínima interacción entre ellos, o también, cuando cierto sentimiento de enojo y posesión inundaban al cenizo cada que veía a Izuku con la chica de pelo rubio dorado, con su supuesta amiga.

Intentaba mantener la calma y olvidarse de esos pensamientos que se venían a su mente cada que se enojaba por esas cosas, pensamientos prohibidos, que no podía imaginar, que ni siquiera la voz de su cabeza se atrevía a mencionar. No quería sentir esas cosas y menos por su amigo, pero sobre todo, no quería acabar como lo fue la última vez.

Pero no lo podía evitar, cada mirada, toque, roce, sonrisa, platica, atención y acercamiento hacía que su corazón diera brincos, pero que su pecho fuera aplastado como si fuese por el mismo martillo de Thor, sacando su aire y sus pensamientos de tener algo con ese chico de pelo verde.
No podía imaginar algo con él, y lo hacía por su bien. Izuku tenía una quedante, y no sólo eso, era hermosa y totalmente el tipo de Izuku.

Lo mejor era alejarse de él, pero no se le hacia justo, ¿Izuku qué culpa tiene?, ¿verdad?, Izuku no tenía que pagar algo que no fue culpa suya, o eso creía Katsuki, no sabiendo que el apuesto peliverde sentía el mismo raro y horrible sentimiento hacia su amigo.

Pero no es como que Katsuki pusiera de su parte para evitar los sentimientos que florecía en su interior, el seguía tras Izuku, lo veía en sus entrenamientos, iban juntos a biblioteca, estudiaban juntos, hacían la mayor parte de su día juntos.

Pero hoy era diferente, Izuku estuvo evitando a Katsuki todo el día.

Para la hora del almuerzo, esperó que fuera diferente, pero como era de esperarse, Izuku no estaba en la mesa donde solían sentarse, ni siquiera se encontraba en cafetería.

Era de esperarse, Izuku era bastante popular en la Universidad, podía estar con sus amigos de basquet, también con algunos amigos de grados mayores, o tal vez con una linda chica.

Dieron el timbre para volver a clases, Katsuki se levantó de la mesa sin esperar a sus amigos y desanimado se dirigió a su salón, caminando por los pasillos, viendo y sintiendo una aura de tristeza, más por parte de las chicas, unas lloraban, las otras bufaban de enojo y otras más consolaba a sus amigas.

Se adentró al salón, pero antes de caminar hacia su lugar, vió como el peliverde estaba sentado en su pupitre, en donde acostumbra escribir, tenía sus piernas ligeramente abiertas, uno de sus brazos sostenía su cuerpo el cual lo tenía ligeramente hacia atrás, su cabello se movía y danzaba lentamente por el aire que entraba por la ventana, en su cara sostenía una hermosa sonrisa, con sus cejas ligeramente curvadas hacia abajo, sus mejillas rosadas, haciendo que sus pecas se vean tenues, una hermosa vista.
Pero, el peliverde no estaba solo, en medio de sus piernas había una hermosa chica. Sólo podía ver de espaldas, y sabía que es hermosa, su pelo largo y ondulado, color dorado, era más baja que Katsuki, cintura pequeña, caderas anchas y piernas blancas y largas.
No veía su rostro, pero sabía que posiblemente era la chica más linda y bonita, bastante femenina, más de lo que Katsuki quisiera ser.

Era bellísima.

Con el brazo libre de Izuku, acariciaba las mejillas de la chica, o eso era lo que creía Katsuki; Izuku le sonreía y la chica solo reía para luego acercarse a Izuku y volver a alejarse, parecía que estaban jugando a algo, se veían tan felices.

Katsuki se decidió a caminar a su lugar, pero no pudo dar más de dos pasos, cuando paró en seco viendo como Izuku acercaba el rostro de la femenina al suyo, para depositar un beso, un maldito y estúpido beso.