3.- Amigos

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Una vez el rubio cenizo estuvo dentro de la escuela se dispuso a buscar el que sería su salón, por lo que sacó su celular y entró a mensajes y buscó el contacto de la escuela; una vez que lo encontró leyó donde estaba situado su salón y empezó a buscarlo.

—Segundo piso, cuarto salón. Taller de teoría cuántica— Murmuró mientras leía el mensaje.

Subió su vista del teléfono, con el dedo de enmedio de la mano derecha acomodó sus gafas y empezó a caminar hacia donde sería su salón.

Mientras caminaba notó como varias personas se le quedaban viendo y supuso ser porque era nuevo.

Escuchó como el timbre se hacia presente y empezó a mirar como las personas se iban rápidamente a sus salones. En menos de un minuto los pasillos que hace algunos segundos estaban saturados de gente ahora se encontraban totalmente solos.

Suspiró pesadamente y con más calma se dispuso a buscar su salón.

Caminó lentamente por los pasillos como si no quisiera entrar a su clase en una nueva escuela, pero supuso que era mejor que su vida escolar en Japón.

Mientras subía las escaleras para llegar al segundo piso, un chico de cabellera verde despeinada subía rápidamente las escaleras corriendo, se veía apurado. Recordó al chico de la moto y rodó los ojos al recordarlo.
El chico que subía las escaleras lo rebasó rápidamente y pudo ver su aspecto físico, y claro, lo empezó a juzgar.

"Cabellera despeinada, ¿será ilegal peinarse en Estados Unidos?" Pensó sarcástico mientras veía mal al chico, luego pasó con su ropa, " ¿Por qué no se acomoda el uniforme?, se ve mal". Aunque el chico traía el saco del uniforme y camisa arremangado no podía negar que se veía bien, pero no era el código de vestimenta para la escuela. Al final pasó con sus zapatos, "Lindos tenis, pero no son para la ocasión". Terminó de pensar sobre el chico apresurado de cabellera verde, pudo ver solo el perfil de su cara, ya que este chico era realmente rápido.

Y sin querer, pensó en él, un chico que lo hizo sentir en las nubes, pero que al final su manera de hacerlo caer fue tan cruel.
Katsuki tenía una "pareja" por así decirlo, en su anterior escuela. Éste chico era un poco más bajo que el, tenía el cabello color negro y su forma de traerlo siempre era despeinada, pero no podía negar que se veía lindo, aparte de que sus ojos eran de una tonalidad verde oscura, su cuerpo estaba algo marcado, no mucho, pero eso no le impedía tener un lindo cuerpo.

Llegó al segundo piso algo deprimido después de pensar en ese chico de su anterior escuela, pero no era momento de pensar en el, tenía que dejar de recordarlo y verlo en cada chico con cabellera despeinada y linda sonrisa.

Sacudió su cabeza y siguió caminando por el pasillo, ahora sin ver al peliverde que se había topado en las escaleras hace algunos segundos, supuso que se había ido a otra parte. Se encogió de hombros y se detuvo en dónde parecía ser su salón.

2°A

Agarró fuertemente las cintas de su mochila y se dispuso a tocar la puerta, pero antes de siquiera tocarla, escucho una voz al ronca, cansada y algo gruesa.

—Oye.— Katsuki volteo inmediatamente a ver de quien se trataba. Vio a un señor de aspecto descuidado, pero bien vestido, ya que llevaba un traje negro con corbata y zapatos del mismo color, el  único problema que había era su cara, obviamente no queriendo decir que era feo, pero sus ojos se veían cansados, teniendo las bolsas de estos hasta el piso y aparte se veían algo rojizos. -¿Eres en nuevo, verdad?- Pregunto el señor viéndolo directamente a los ojos.

—Sí.— Se limitó a decir Katsuki

—Bakugou, ¿verdad?.— Preguntó el señor de cabellera larga y negra, para querer confirmar si era aquel chico traído desde Japón.

Típico Cliché al Inverso 🏀🤓 || DEKUBAKU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora