Parte 13

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Los chicos se separaron demasiado rápido, ninguno sabía qué hacer ni qué decir. El ojo izquierdo del padre de Xingqiu temblaba por los tics nerviosos. 

-Señor, yo... - Chongyun de por sí era pálido, en ese momento estaba más palido que la leche. - puedo explica...

El señor dio media vuelta y cerró la puerta detrás de él. Se hizo un silencio tan ruidoso que podían escucharse los animales alrededor del perímetro de su casa. Pudieron escuchar la puerta de la entrada abrir y cerrarse. 

Pasaron horas sin noticias del señor, ambos chicos empezaron a marinar en su propio miedo, sentados en la cama y sin decir ninguna palabra. 

La puerta de la entrada hizo su eco por la casa y ambos chicos saltaron al mismo tiempo para correr a hablar con el señor. 

-¡Papá! - Xingqiu empezó la conversación. - ¡Por favor escucha...!

Su padre hizo un ademán para que guardara silencio. Los chicos pudieron ver que cargaba con una caja mediana con un lazo en su brazo izquierdo. Sin decir palabra, se dirigió al comedor. Los chicos lo siguieron desde lejos, quedando el señor en una punta de la mesa y los chicos en otra.

El señor estaba apoyado en la mesa, con la caja apoyada en la mesa, en medio de sus manos.

-Papá... - Procedió Xingqiu con precaución. - Yo... realmente nunca había experimentado esto. Lo que siento por Chongyun... - ambos chicos se voltearon a ver. al de pelo celeste le brillaban los ojos como si quisiera llorar. - lo que siento por él es algo que no quiero abandonar, es algo que me ha liberado. 

Al voltear a ver a su padre de nuevo, éste estaba llorando. Xingqiu corrió a poner sus manos en su hombro. Chongyun lo siguió con un poco más de cautela. 

Sin seguir hablando, el señor jaló del listón de un tirón y la caja se abrió majestuosamente. Era un pastel. Un pastel de colores con muchas flores, muchos colores y mucha vida.

Los chicos voltearon a ver al señor, quien tenía una sonrisa de satisfacción mientras todavía salían lágrimas de su rostro. 

-Pensé que morirías solo. - fue lo único que dijo. Chongyun soltó una risa disimulada.

-Ah... Gracias. - dijo Xingqiu. 

-¡Estoy tan feliz! - dijo su padre. - Ver que mi hijo ya conoce el amor y tiene una pareja que lo quiere y lo cuida mejor que todas las personas que ha conocido. Ah... - el señor se abanicó la cara mientras suspiraba. - Estoy tan orgulloso en este momento. 

En ese momento, El señor abrazó a Xingqiu y, para sorpresa de ambos, también incluyó a Chongyun al abrazo. Estar tan cerca del corazón de su padre, quien estaba orgulloso de él...

Se puso a llorar. El temor de ser rechazado y que su padre estuviera decepcionado, el temor de tener que dejar a Chongyun, el temor de que su padre no fuera a confiar en nadie más. Todo eso explotó en una nube de alivio tan repentino que casi le dolía.

-Hey, hijo. - su padre le dio un beso en la frente. - no tienes por qué llorar, yo jamás haría ni sentiría nada para hacerte daño. Tu felicidad es mi mayor alivio. Y tú... - volteó a ver a Chongyun. - estoy tan aliviado de que hayas sido tú, que eres como el guardián de mi hijo. Si hay alguien en cuyas manos pondría la vida de mi hijo, sería en las tuyas. 

Y luego fue el turno de Chongyun de llorar. Se aferró con fuerza al pecho de su suegro y todos duraron abrazados así hasta que decidieron detenerse y comer el pastel, que tenía una pinta maravillosa. 

Esa tarde, el sol podía igualar el brillo en los ojos de todos los que se sentaron en esa mesa a comer. Ojos que brillaban de orgullo y de aceptación. 

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Feliz mes de los no heteros, yipee.

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