El era amargo y tosco como el café
Ella era dulce y empalagosa como el caramelo
El no la quiso al inicio pues su sabor era demasiado fuerte pero con el paso del tiempo comenzó a amarla sin saberlo.
También había un caramelo salado único y algo loc...
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Pov's Omnisciente:
Yumiko tenía una rutina matutina estricta que comenzaba cada día a las seis en punto de la mañana. Aquella jornada no fue diferente. Se levantó a las cinco y cuarto, cambió su ropa por un conjunto deportivo, y salió a correr. Llevaba el juego de llaves que le había dado la señora Saiki el día anterior, permitiéndole moverse libremente.
Con pasos firmes y decididos, Yumiko dio vueltas a la manzana, su respiración controlada y rítmica, marcando el compás de sus zancadas. No paró hasta completar los 10 kilómetros, sintiéndose revitalizada por el ejercicio. Al regresar, todavía era temprano, así que decidió continuar con su rutina de bienestar.
Extendió su esterilla en la habitación y comenzó una serie de posturas de yoga. Cada movimiento era fluido y preciso, mostrando su disciplina y control. La combinación de meditación y ejercicios la ayudaba a centrarse y a empezar el día con una mente clara y un cuerpo en armonía.
Tras completar su sesión de yoga, se dirigió al baño de su habitación para ducharse. El agua caliente relajó sus músculos, eliminando cualquier rastro de cansancio de su entrenamiento matutino. Se tomó su tiempo, disfrutando del momento de paz y preparación.
Una vez limpia, se puso el uniforme de la academia, una prenda que encontraba bastante desagradable. Sin embargo, sabía que cualquier atuendo podía mejorarse con los accesorios adecuados. Añadió una chaqueta blazer negra, básica pero elegante, que transformaba su apariencia dándole un toque sofisticado y unos lindos aretes de flores campana blancos con un broche a juego.
Se sentó frente al tocador, y con su destreza natural, comenzó a peinar su larga melena azulada. Recogió su cabello en una coleta alta, asegurándose de que cada mechón estuviera en su lugar. Luego, con movimientos seguros y precisos, se maquilló de manera elegante pero discreta, realzando sus rasgos sin exagerar.
Yumiko se miró en el espejo y sonrió con satisfacción. Estaba lista para enfrentar el día con la misma gracia y determinación que ponía en su rutina matutina. Salió de su habitación con paso firme, preparada para lo que la academia y el día le depararan.
-Buenos días señor y señora Saiki- Saludo con una sonrisa-
-Ah buenos días Yumi ¿Desde que hora estás despierta?- Pregunto el señor Saiki-
-Hmmm desde las... Cinco y media de la mañana, tengo una rutina exigente- Comentó Yumiko sentándose en la mesa-
-Aqui tienes tú desayuno cariño-
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