El era amargo y tosco como el café
Ella era dulce y empalagosa como el caramelo
El no la quiso al inicio pues su sabor era demasiado fuerte pero con el paso del tiempo comenzó a amarla sin saberlo.
También había un caramelo salado único y algo loc...
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Pov's Omnisciente:
Era una mañana agitada en la PK Academy. Los pasillos resonaban con murmullos, risas y miradas llenas de emoción. Todo el mundo sostenía en las manos una revista que había salido esa misma semana, y lo que causaba el alboroto era la portada: una imagen impactante de Yumiko, deslumbrante en un atuendo de alta costura y con una expresión que captaba la atención de todos.
-¿Viste esta toma? ¡Es increíble!- Decían algunos, mientras otros se esforzaban por acercarse a ella con la revista en alto, buscando que les firmara algún ejemplar-
Yumiko, que caminaba con una sonrisa tranquila y serena, aceptaba con gusto. Con una facilidad casi asombrosa, tomaba una revista tras otra y firmaba los nombres que le pedían, sonriendo con simpatía y mostrando una paciencia inusual. Si bien podía haberse quejado, se notaba que disfrutaba de aquella efusión de atención y de las sonrisas de sus compañeros; para ella, esas pequeñas “tonterías”, como les llamaba, le traían un toque de diversión al día.
Teruhashi observaba desde lejos, sintiéndose dividida entre la admiración y un leve deje de celos, mientras Aiura y Yumehara se acercaban para felicitarla. Los rumores y comentarios siguieron durante toda la mañana, y Yumiko, con una gracia natural, parecía disfrutar cada momento de su protagonismo.
Yumiko, Aiura y Yumehara reían en el pasillo mientras hablaban sobre el revuelo que había causado la portada de la revista. Aiura, con una sonrisa cómplice, comentó:
-¡Esa portada tuya es increíble, Yumiko! Creo que jamás hubo tanto alboroto en la escuela por algo así-
-¡Sí!- Añadió Yumehara emocionada- Todo el mundo quiere tu autógrafo. ¡Eres una superestrella!-
Yumiko sonrió, disfrutando de sus palabras y de la energía alegre del momento, hasta que una voz cortante y autoritaria resonó en el pasillo.
-¡Hey ustedes por favor, todos vuelvan a sus clases!-
Los estudiantes en el pasillo volvieron la mirada y se encontraron con Megamo Saikou, imponente y serio. Mientras los demás comenzaban a dispersarse, Yumiko también dio un paso para seguir con su grupo, pero la voz de Megamo se dirigió a ella con una intención específica:
-Yumiko, tu trabajo en esa portada fue… impresionante- La miró fijamente-Tu belleza tiene una cualidad magnética, de esas que hasta un idiota notaría y quedaría cautivado-
Yumiko le dio una sonrisa educada, pero fría.
-Gracias- Dijo, sin más intención que continuar su camino-
Pero antes de que pudiera irse, sintió la mano de Megamo rodeando su brazo suavemente. Se detuvo y lo miró, notando cómo él bajaba un poco la voz, su tono casi confidente:
-Yumiko, no le creas por completo a Kusuo. Sé que te ha hablado mal de mí, pero… he cambiado. Ya no soy el mismo.-
Yumiko mantuvo su mirada en él, fija y distante. Sin responder, retiró su brazo de forma cortés y tranquila. Mantuvo la compostura y, con una última mirada neutral que no reflejaba nada de sus pensamientos, dio media vuelta y continuó hacia su clase junto a Yumehara y Aiura, dejando a Megamo solo en el pasillo.
