#01 - Dejar su antigua vida.

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Nayeon recuerda bien el momento en que empezó a sospechar de la infidelidad de su esposa, y para su fortuna no lo piensa con tristeza, sino con desdén por la traición.

Recuerda estar en la cafetería que frecuentaba.

La cafetería es uno de sus lugares favoritos, pues el aroma a café le encantaba, era embriagante y solo por ello podía pasar el día completo dentro de ese lugar tan bonito que en varias ocasiones fue protagonista de su cuaderno de dibujos.

Aunque más puede pasar dentro de su habitación, le encantaba estar allí cuando no estaba trabajando para ser la proveedora de la casa.

Ese día sus amigas estaban alrededor y Woohyun, su esposa, también se encontraba a su lado, por lo que puso un brazo sobre sus hombros, haciéndolo más por costumbre que por verdadero querer. Sintió el pequeño cuerpo recargandose en su pecho, y siguió bebiendo de su café, estando cómodamente con el ambiente, aún cuando no era de hablar mucho.

Cuando se dispuso a simplemente recargarse en su esposa, se extrañó al oler en su cabello otro aroma en su cabello, por lo que discretamente olió más de cerca y notó a quién pertenecía.

Sus ojos fueron hacia la alfa que estaba en los asientos frente a ella.

Yuji, quien desvió la mirada cuando Nayeon la miró directamente, pero Nayeon pudo notar que anteriormente las había estado observando con desdén, por lo que podía suponer lo que pasaba. Podía suponer lo que pasó cuando Woohyun y Yuji fueron al baño junto a otra de sus amigas.

Nayeon inmutable entrecerró los ojos en sospecha y, fingiendo que quería del cariño de su pareja, se acercó a abrazarla para oler su cuello, incluso notando aún más del que tenía en su cabello.

Nayeon regresó con calma a su asiento, tomando la mano de su esposa para que ésta no pensara que se separó tan abruptamente. Notó que sus amigas hablaban con total normalidad, así que dejó pasar ese incidente de aromas y volvió a tomar su café, aunque de vez en cuando pasaría su mirada en las interacciones de Woohyun y Yuji, atenta a cualquier cosa que no haya notado antes o que no haya interpretado de manera más íntima.

Días después, dispuesta a ver si se había equivocado en su suposición o si debía hacer algo, regresó temprano de su trabajo, aunque no iba rápido, su paso lento demostraba lo tranquila que se encontraba.

Cuando fue rápida, fue al abrir la cerradura de la entrada, no queriendo perderse algo para simplemente ser directa con lo que planea.

Y sí encontró algo interesante.

Su esposa estaba en el sofá, desnuda y recostada, mientras Yuji encima. Los ruidos se escuchaban y Nayeon solo observaba la escena, hasta que Yuji sacó la cabeza del cuello de Woohyun y la miró, sorprendiendose al instante mientras empezaba a maldecir y a parar el acto.

Woohyun, con la respiración acelerada, se notó confundida pero cuando vio hacia atrás notó a su esposa cerrando la puerta detrás de sí.

Nayeon no dijo nada, las miró a ambas, sabiendo el miedo que les causaba, mientras tapaba la única puerta donde Yuji podría escaparse, y ese hecho obviamente asustó a ambas amantes, pero Nayeon no tenía la intención de causar un drama innecesario.

Viendo con curiosidad cómo ambas iban a intentar explicarse, giró sus pies en dirección a las escaleras para ignorar a esas dos y meterse en su habitación, acurrucandose en sus sábanas para poner una película y disfrutar de su día libre.

Horas después notó que Woohyun y Yuji se fueron, por lo que aprovechó para comer algo y llamar a su abogado para que le lleve los papeles necesarios.

Esa noche Nayeon se fue con sus pertenencias en sus maletas, dejando solo en la mesa un documento donde pedía el divorcio.

No sería muy difícil, Woohyun no es que quisiera seguir en el matrimonio, pero claro que quiere los mayores beneficios financieros, y Nayeon no quiere darle más dinero del necesario, siendo que quedó desempleada, por lo que siguen en proceso de divorcio.

Todo eso resulta en Nayeon mudándose a la cuidad, en busca de un empleo y obviamente ya distanciada de sus antiguas amigas y de su esposa.

Se encontraba sola, en el bar que solía frecuentar desde que se mudó, mientras que de vez en cuando se tomaba el tiempo de entablar conversación con el que atendía, solo cuando era él quien iniciaba una charla. A veces ella se iría con una omega que le agrade a pasar la noche, pero nunca repetiría la ocasión con la misma.

Y después de por fin haber logrado que sus padres dejaran de hostigarla con que se retracte del divorcio, Nayeon se sentía un poco libre, pero le estaba empezando a faltar algo, y eso era el dinero.

Al dejar su antigua vida, dejó absolutamente todo en ese pueblo, por lo que en la cuidad estaba su nueva vida, y en esta nueva vida no tiene un empleo, por lo que debe buscarlo, y en ese tiempo no ha encontrado ninguno donde la acepten, y sus ahorros están empezando a acabarse al haberse comprado un pequeña apartamento equipado y la comida del día a día.

Su única salida para entretenerse sería ese bar todos los fines de semana, donde se sentía tan bien estar sola y bebía un poco de vino de fresa para sentirse como si no estuviera a punto de quedarse sin dinero.

Bueno, por lo menos ya se estaba divorciando.

A sus dieciséis años fue que sus padres la casaron con Woohyun, con argumentos sobre que al ser alfa ya debía aprender a ser proveedora de casa y por ello empezar a tener omega e hijos, y aunque Nayeon siempre se negó a tener sexo sin preservativos, tuvo que tener una omega y un trabajo.

Su trabajo fue cuidar de una granja, de los animales y de las plantas, siendo pagada por el viejo anciano que la contrató cuando él ya no pudo hacer esas cosas, y realmente le gustaba ello aún si sus padres habían insistido en trabajar en algo más pesado como la tala o en la pesquería.

Aún así, con la granja pudo obtener para matenerse a sí misma y a su esposa en condiciones no lujosas, pero sí decentes.

Pero ahora con veinte años, estando terminando ese matrimonio de casi cuatro años, Nayeon ya no se sentía tan afortunada como se sintió en aquellos años, donde todos la halagaron por su desempeño como alfa, y se dio cuenta que en aquel momento no había nada de bueno, sino que ni siquiera la dejaron terminar los estudios con los que sí podrían haberle dado un buen trabajo en la cuidad.

Recordando eso, Nayeon bufó y se dispuso a tomar otro trago de su preciado vino, viendo a su alrededor para observar el panorama de personas bailando y otras bebiendo o pasando el rato entre amigos y parejas.

Sonrió apenas, estando acostumbrada a no mostrar emociones, pero queriendo acostumbrarse a ello porque desde un comienzo de su nueva vida estaba pensando en sonreír más.


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Yo nunca puedo dejarlos en paz, aquí otra historia 🤙🏼🤠

Es bastante corta, no pasa de los 20 capítulos y está casi terminada así que les actualizaré rapidín

AMANTES DEL ARTE ☆ MINAYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora