That Way: Young Royals (+18)

¡QUE GANAS DE COMERME A MI PROFESOR!: WB3 (ACTUALIZADO)

🚨: Violencia, acoso y contenido sensible.
🚨:Ya está actualizado el cap, disfrútenlo

A los niños nos inculcan que todos somos diferentes y que no tenemos que hacer distinción en cómo tratamos a los otros, pero cuando llegando a cierta edad nos damos cuenta que ciertamente todos somos diferentes y que ciertas diferentes hacen que tengas una etiqueta de "especial" en la frente. Una etiqueta que ha atormentado y favorecido a Wilhelm toda su vida. Él fue el diferente de su familia, entre sus primos él era el raro, el que se queda sentado en un rincón del sofá viendo a los demas niños, él que una vez tomó valor he intento unirse a sus primos y hermano solo para terminar haciendo el ridículo y siendo rechazaro. Y qué horas más tarde escuchará a sus tías regañando a su primo, ese que le había dicho que se fuera, que nadie quería jugar con él, la mujer le decía "sin importar qué raro sea, déjalo jugar" "Porque es un príncipe y papá y yo necesitamos que él sea feliz, para que su mami también esté feliz"

Ese día Wilhelm se dio cuenta que el siempre sería diferente porque había nacido siendo "especial". Porque el reto que enfrentaría en la vida no sería solo ser asilado, el raro, sino el raro con un título real. En un mundo donde todos el mudando desea ser amigo de la Realeza, Wilhelm había logrado espantar a todos, terminado en un grupo donde lo utilizaron de todas las formas posibles. Y luego llego Simon

Como una Stella brillante. Ama muchas cosas de él. Pero si tiene que elegir solo una es que Simon nunca lo juzga, ni lo hace sentir diferente o lo excluye por no saber. Wilhelm se niega a permitir que su familia haga sentir a Simon como él siempre se ha sentido y si necesita gastar una fortuna en ropa y enseñarle algo de modales. Pues a la mierda, eso no es nada en comparación a la que Simon a hecho por él

Llevaban dos horas encerrado ene la habitación, tiempo en el que Wilhelm se había dedicado a enseriarse todo con la mayor simplicidad posible intentando no abrumarlo, yendo paso por paso en las normas y protocolos. Sin embargo no podía evitar pensar que estaba consiguiendo  el efecto totalmente contrario. Los suspiros, las caricias en su entrecejo fruncido y sus mirada abrumada sobre el papel eran un indicativo de ello.

Simon se encontraba sentado en el centro de su cama, con sus piernas cruzadas y con su cuaderno de español, casi nuevo. El moreno se habías encargado de anotar y resumir cada cosa que Wilhelm le dijera. No solo porque tenía planeado releerlo varias veces antes de salir de su habitación en el palacio, sino también porque supone que esta información podría serle útil en el futuro.

Wilhelm él había explicado a detalle todo lo que necesitaba saber para las actividades previstas, incluso le explico algunos detalles de temas que Simon no conocía, como las normas del polo o cómo funciona un día de caza, además de explicarle con un esquema, cuál es la forma apropiada de utilizar el arma.

Simón suspiro observando sus anotaciones, toscas y desorganizada sintiendo la preocupación y a la angustia latentes en su pecho. Había llenado dos paginas enteras y estaba seguro de que Wilhelm había omitido más detalles de los que debería. Simon realmente era un buen estudiante, pero dentro de cuatro horas estará sentado en una mesa con los futuros líderes de país y no tiene idea de cómo va conseguir no hacer el ridículo.

— Entonces recapitulemos — — En la mesa la cantidad absurda de cubiertos qué hay, se utilizan de afuera hacia dentro, al terminar de comer se colocan juntos al costado del plato en diagonal y los empleados los retiran — — Si.. debo levantarme, antes pido permiso pero no espero a que nadie me lo de —

— Es por mera cortesía —

—  La servilleta se le entrega por... el lado... derecho a uno de los empleados — repitió con inseguridad

Asintió — Exactamente — dijo con seguridad. Recordando las cientos de veces en que se confundió de lado imitando a su madre y ganándose unos cuantos manotazos de su institutriz