consecuencias

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las dos de la tarde habían llegado, kafka paro sus actividades a; sentir como su estomago rugía del hambre, era algo normal, en estos cuatro días solo habia consumido una hamburguesa y un café junto a unos cuantos cigarrillos.

esta vez kafka retiro ambas manos del teclado de la computadora en la que trabajaba, disimuladamente miro a arisu que seguía jugando con la muñeca que le habia creado.

- arisu.

- ¿si, papa?

- ¿puedes come comida humana o necesitas algo especial?

arisu se mantuvo en silencio unos segundos hasta que por fin contesto.

- puedo comer comida humana, mas lo único que rechazo es el pescado.

- ¿te hace mal?

arisu negó.

- odio su sabor.

- ¿tienes hambre?

arisu asintió, kafka se asintió levemente culpable pues si arisu no habia comido desde ayer el era responsable, con el fin de aligerar su culpa, kafka se puso de pie para después agarrar la gabardina que se le hizo costumbre usar desde ya hace unos días.

- vamos a la cafetería, te comprare algo rico de comer.

- ¿algo rico?

kafka asintió.

- como pastel, hot cakes o algo así.

- ¿pastel, hot cakes?... ¿Qué es eso papa?

- olvidaba que eres un kaiju.

arisu negó.

- no soy un kaiju, soy un semi kaiju artificial.

- ¿artificial?

- correcto, fui recogida de las calles para convertirme en un arma anti kaijus, pero las pruebas eran muy dolorosas así que mejor escape de ese lugar.

los ojos de kafka se afilaron... ellos no tenían conocimiento de aquel grupo que hizo eso con arisu, kafka pensó que a ella no le importaba contar ese tema, mas al verla, noto como los ojos de arisu estaban apunto de soltar lagrimas...

- esta bien, ellos ya no te tendrán y si te quieren... yo mismo los matare.

kafka acaricio la cabellera de arisu, ante aquel acto ella se tranquilizo, con ambas manos sujeto la mano de kafka y por primera vez en años, ella se sintió segura.

después de que ella se calmara, arisu tomo la mano de kafka para después salir de la oficina, debido a la hora habia bastantes soldados en los pasillos y gracias a ala presencia de arisu ambos atrajeron la atención.

kafka simplemente siguió su camino mientras arisu lo imitaba, la niña estaba nerviosa, mas lo supo aparentar tal y como kafka.

tras cierto tiempo ambos llegaron a la cafetería, al llegar kafka se llevo la sorpresa de ver a todos sus amigos reunidos, parecían charlar amenamente, kafka se alegro al ver aquello.

de cierta manera se sentía orgulloso de ver que no se alteraron a verlo pues según el ahora querían matarlo.

por otra parte noto que la mirada de los cuatro se dirigió hacia la niña que seguía agarrada de la mano de kafka, miradas disimuladas y otras no tanto eran las que los dos recibían... mas no les importaba o por lo menos lo aparentaban.

- entonces, ¿Qué quieres para desayunar?

kafka pregunto al llegar al mostrador, arisu miro la vitrina que tenia enfrente y tras unos segundos ella decidio.

un Kafka diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora