Los Días Mas Grises (De Todos)

Los Días Mas Grises

La primera gota de lluvia cayó sobre nosotros, dando inicio a un diluvio de historias que serán contadas dentro de esta penumbra de emociones. Ni tan blanco ni tan negro, ni oscuros ni claros fueron los días que pasaron, y aunque regresen los colores, son los años los que nunca regresarán.

Dentro de toda esa niebla pude sentir el tacto de algunas manos acariciando mi corazón, tomando mis manos y guiándome en el camino; algunas me golpearon, otras me empujaron y otras me jalaron al borde del acantilado. En días grises se entretejen las historias, como hilos en la tela de la vida y el tiempo; hay días grises que vienen a helar con frío hasta los huesos, otros días puedo descansar en paz del laberinto mental en el que suelo caer por culpa de él. A veces te veo a ti y puedo pensar en lo que pudimos llegar a ser, clavaste espinas en mi espalda y me arrastraste a una tumba con mi nombre ya grabado.

La noche estrellada es opacada por nubes grises que avecinan tormenta, las incontables noches en el limbo extrañándote, mis sentimientos reprimidos arañan las paredes de mi corazón queriendo salir, pidiendo a gritos contar lo que pasó, lo cruel que fuiste, el daño que causé, la herida que dejaste, la tortura por la que pasamos.

Un aire de desesperación perfuma el aura de esta noche tan tormentosa, las historias que entrelazan nuestros caminos serán contadas, porque en cada día que fui flama tú me acompañaste hasta que terminamos siendo cenizas. Las mejores historias las forjamos con los demás día a día, cuando me dejaste acá, cuando lo perdí a él, cuando me tuviste a mí, cuando se derrumbaron ellos, cuando apareció ella, cuando fuimos uno, tú y yo; Esta paleta gris de historias agridulces no me pertenece solo a mí, es de él, de ella, de ellos, es de nosotros, porque en mis días más grises, para bien o para mal, estabas ahí, apuñalándome, ahogándome, salvándome o amándome.