Estaré Ahí, Estaré Allá

12 4 0
                                    

Hay silencio en las calles ahora que todo acabó. La luna en el cielo proyecta una luz mostrando sombras de nosotros bailando en cada rincón. La lluvia cae en la ciudad como lágrimas de ángeles llorando porque algo falso ha muerto. Pensabas que el agua te iba a limpiar, pero en realidad te ahogarás. El fuego que pensabas que te resguardaría ahora te consumirá. Creíste que te habías librado de mí, pero sigo aquí, en cada esquina, en cada rincón. Te cubro de pies a cabeza, como una maldición que te atormenta hasta el fin de tus días.

Sale el sol de nuevo, caen las hojas de los árboles, pasan las estaciones, sigue el curso del tiempo, pero toda la tierra que cubre tu cuerpo afligido en el suelo está cubierto por gramos de mí que invaden cada poro, cada rincón de ti. Encima de ti estoy, aunque intentaste enterrarme, estoy aquí y estaré allá. A donde quiera que vayas, voy a estar, porque estoy en la brisa, en el polvo que entró a tus ojos llorosos, en tus mañanas grises y en tus noches tormentosas.

En cada paso que des, cada suspiro que exhales será un tributo a la pasión que aún no se desvanece para ti. En cada amante, en cada beso, en cada amor fallido, estaré yo, tan frío y pálido como un fantasma que se aferra con desvelo a lo que pasó, como un recuerdo amargo de algo que dejaste atrás, como una prenda de ropa manchada o rota de la cual te hartaste de usar.

En forma de mariposa negra me verás llegar. Cuando pensabas no volverme a ver, me verás ahí y me verás allá como señal de mal augurio, sentenciándote a tiempos oscuros. Cuando estés en la oscuridad de tu cuarto y caigan lágrimas ácidas por tus ojos, estaré yo en un rincón, perdurando, impasible, ardiendo y contemplando el dolor que alguna vez sentí rebotando en ti.

Te juro que estaré ahí y estaré allá. Cuando no tengas a nadie más y no puedas más, cuando tu tiempo acabe, cuando todo sea dicho y hecho, en el teatro de tus sueños seré la estrella estelar de tus tormentos. En el cielo seré la última estrella que deje de brillar. Cuando escribas un libro copiando mis versos y confesando todo lo que hiciste, estaré ahí y gritaré "¡maldito!" y me sentirás como si un lamento hubiera salido de un panteón a gritar, porque estaré ahí y estaré allá. A donde quiera que vayas, me verás.

Los Días Mas Grises (De Todos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora