Corona De Fraile

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Me perdí unas veces para luego encontrarme, también me caí pero luego me levanté, morí un par de veces y reviví, gracias a eso aprendí a vivir.

Con una tristeza en el corazón que no podía curar, como flor en medio de un desierto, sediento de emociones, de paz, de amor. Las flores se ven delicadas pero practican la resiliencia en su ecosistema, y cuando llegan las tormentas o el invierno, aguantan brisas, lluvias y malos tratos.

Solía temerle a quedarme solo porque no tenía amor propio, decidí dejarlo todo y me encontré solo, no fue entonces cuando me encontré a mí. Aunque a veces me arrastre el río, sé que cuento conmigo, que al final de cualquier tormenta yo sé que voy a ver el amanecer.

Bailaré en medio del caos, cuando mi mundo explote y todo se venga abajo, yo voy a bailar. Cuando mis días se tornen grises y no pueda más, tomaré un respiro para descansar; en la vida hay que saber parar también, en la mitad del camino, mirar atrás y ver lo lejos que has llegado.

Si el suelo a mis pies se agrieta, me aferro con fuerza y sigo en la lucha. Cada viento en mi contra lo usaré a mi favor para volar entonces en una nueva dirección. Como la flor más linda, como la corona de fraile, tan fuerte creciendo en medio de todo el calor infernal del desierto, tan bella incluso si la arrancan para entregarla en un ramo de flores en medio de un funeral.

Los Días Mas Grises (De Todos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora