Tengo un corazón de cristal, transparente y frágil, brillante. cada grieta, cada fisura, es un recordatorio de su naturaleza frágil.
He aprendido a manejarlo con cuidado, a protegerlo sin encerrarlo, a dejar que brille a pesar del riesgo, a mostrar su resplandor aunque me muera del miedo.
Un corazón de cristal no se esconde, no se endurece con el tiempo, pero aprende a resistir, a ser resiliente, a encontrar fuerza en su misma fragilidad, así que dejaré que brille intensamente. Y aunque conozco el riesgo de su transparencia, decido vivir con él así, en toda su bella vulnerabilidad, porque solo así puede amar plenamente, solo así puede realmente vivir.
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Los Días Mas Grises (De Todos)
Poesía"Los Días Mas Grises (De Todos)" son escritos llenos de melancolía, ira, tristeza y reflexión. A través de mis vivencias, me sumerjo en un océano de emociones turbulentas, donde me acompañan personas en este viaje tormentoso. Este libro cuenta nuest...