Capítulo 23

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POV WIN

No sé porqué demonios me olvidé de que teníamos la empresa de ese innombrable en frente nuestro.

-Pasa algo?

-No ves dónde estamos?

Me miró confundido sin entender lo que le estaba diciendo y procedió a mirar en frente, supongo que estaba leyendo el nombre de la empresa.

-Es una empresa de coches? Si es así, no tengo ni idea de su nombre. No la he oído en mi vida.

No pude evitar soltar una carcajada y decidí callar. Si él no sabía que empresa era, no hablaríamos de él y lo agradecía.

Estaba tratando de seguir los deberes que me dio Benjamín. No pensar en ese alguien más de 5 veces al día.

Aunque pensándolo bien, ya lo estaba haciendo ahora de forma indirecta y bufé irritado.

-Tengo hambre, vámonos de aquí- le dije estirándole de la camiseta.

-Yo preferiría comer otra cosa- soltó mientras me miraba atentamente.

Se supone que eso debió hacerme sentir incómodo, pero me dio risa, y empecé a reír. Él estaba también se empezó a reír y parecíamos unos locos. Todo el que pensaba delante se nos quedaba mirando.

Hasta que lo olí y sentí los zumbidos de mi corazón retumbar sobre mi pecho.

Dios mío, es que acaso ese hombre no sabía que su perfume era un peligro para la sociedad? Hacía que sólo pensaras en sexo. Y si además el sexo era con él....

Ugh, me quiero matar. Cómo voy a hacer mis deberes de forma correcta cuando ese no colaboraba?

Sabía que no me estaba buscando, iba a su empresa. Pero sentí que nos miraba por detrás de nuestras espaldas.

Pensé que tardarían más, y por desgracia ese olor lo sentí cada vez más lejos. Desgracia, porque muy en el fondo, quería que se quedara. Esperé unos segundos más y me giré sigilosamente de reojo y definitivamente lo vi entrar, seguido de esos tres, que siempre estaban alrededor.

-Así que él maneja una empresa de coches? Bueno, no me impresiona mucho. Cuando lo conocí, ya daba vibras de ser alguien imponente.

-Por eso te dije que nos fuéramos de aquí. Si vas a hacer que me olvide de él, no vuelvas a traerme aquí.

Él levantó las manos en señal de disculpa.

-Perdón bonito, no lo volveré a hacer.

Estuvimos un buen rato caminando, porque yo le dije que no quería ir en coche. Me gustaba andar, y hasta el centro no se tardaba mucho.

Le pedí que fuéramos al centro, me gustaba mucho dar paseos por las tiendas de ropa, ver objetos de decoración de la casa, perfumerías y muchas más cosas. Además en 2 dias sería navidad y planeaba comprar los regalos. En otros años, sólo le pedía a mi padre lo que quería y él se encargaba de todo, pero por primera vez, quise ir yo sólo. No quería su ayuda. Evidentemente, aún dependía económicamente de él. Eso me generaba angustia, sinceramente estaba pensando en buscar trabajo cuando acabara este curso. Un trabajo de medio tiempo en el verano, que me ayude a ahorrar un poco. Más adelante, planearé compaginar estudios y trabajo, y me iré distanciando de mi padre.

No me importa su dinero, nada de eso superará lo que le hizo a mi madre.

Nunca.

-Con quien vas a celebrar la navidad?

La pregunta que me hizo Dew de repente me sorprendió, pero no dije nada. Si mi vida no hubiese dado un giro de 360 grados le hubiese dicho que la pasaría con mi padre, María y mis amigos, pero ahora sólo quería darle los regalos a María, mis amigos y mi padre, por mucho que odie hacerlo.

Síndrome de Estocolmo [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora