Capítulo 15

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POV BRIGHT

Sé que lo que hice había sido la mejor decisión para nosotros. Era mejor romperle el corazón para que me odiara y así poder olvidarme, en vez de ilusionarlo con algo que sabía que no iba a funcionar. Mentiría si dijera que no quería encerrarlo en mi casa y que sólo yo tenía ese derecho de mirarlo, pero realmente eso iba a funcionar? Yo siendo todo un adulto de 30 años y él un adolescente de 17 años. Él merecía disfrutar aún de su juventud, conocer a gente de su edad y salir tal vez con alguien de su clase. Pensar en eso me daban ganas de matar a quién sea que se atreviera a tocarlo, pero debía aceptarlo. No podía prometerle una relación, siendo yo un hombre posesivo y muy pegajoso cuando me volvía loco por alguien. Sé que se acabaría hartando de mi y dejándome, por eso era mejor acabar las cosas de raíz y hacer que me odiara.

No podía dormir y la hora que marcaba el móvil decía que faltaban 3 horas para despertarme. Genial, tenía 3 horas para descansar y lo peor de todo es que no era capaz. Win debe pensar que él sufrirá mucho, pero lo cierto es que seré yo quién no será capaz de vivir sin sentir su presencia en mi casa. Pensar que no podré hablar con él de nuevo, tocarlo, protegerlo y molestarlo, me mataba.

No sé cuándo cerré los ojos pero sabía que no dormí nada cuando escuché los golpes de la puerta. Era Pol despertándome para decirme que el desayuno ya estaba listo. No sabía si sería buena idea decirle que me trajera el desayuno a la habitación puesto que comer con Win no parecía la mejor opción.

Pero joder, a quién quiero engañar? Quiero verlo. Necesito verlo, faltaban dos horas para despedirme. No las pensaba desaprovechar. Por supuesto que no.

Me duché y me vestí muy rápido porque no aguantaba las ganas de verlo.

Como pensé, él me saludó pero su mirada expresaba dolor. La mirada llena de dolor y decepción que me dio me hizo querer mandar a la mierda todo el plan que tenía y sólo envolverlo en mis brazos y llenar su cara de besos y decirle lo mucho que quería tenerlo conmigo siempre . Todos los días de la semana, del mes y del año.

La mano de Boss en mi mano advirtiéndome, me hizo volver a la realidad. El maldito me conocía muy bien. No era tonto, tampoco Zee y First, quienes no me conocían tan bien como lo hacía Boss, pero sabían que algo entre nosotros había pasado y que la tensión se notaba en el aire. Pol tampoco pasó desapercibido, pero no quiso presionar con la mirada. Él también sabía que eso hacía que me pusiera más nervioso, por lo que trató de aliviar el ambiente iniciando una conversación.

-Win, te gusta el bizcocho?

Win no pareció tener ganas de contestar pero aún así asintió sonriéndole a Pol.

-Me siento como la mierda hoy, pero tú comida me hace olvidarme de todo. Por algo alivio siempre mis penas con comida. La comida es la mejor terapia, no crees Bright?

Esa pregunta me pilló desprevenido. Win me hizo su pregunta fulminándome con la mirada pero sin dejar de sonreír. Claro que esa sonrisa, era falsa. Esa sonrisa sólo me decía que me quería matar allí mismo.

Yo tosí un poco para hacer ver que todo estaba bien y que no había la necesidad de estar tan tensos un miércoles a las 7 de la mañana.

-Cierto, la comida de Pol nunca defrauda, por algo lo he elegido como mi mayordomo- le dije lanzando una mirada a Pol, quién me miraba un poco incómodo. Así era él. No le gustaban las discusiones y se sentía así cada vez que presenciaba una discusión en frente de sus narices, y era peor cuando él estaba involucrado de alguna forma.

Escuché a Win bufar para volver a meter otro bocado de bizcocho en la boca.

-Cuándo nos vamos?

Me sorprendió que preguntara eso. Quiero decir, ayer estuvo llorando y suplicando que no lo dejara y ahora parece que tiene muchas ganas de irse.

Síndrome de Estocolmo [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora