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i wanna take you somewhere so you know i care
but it's so cold and i don't know where
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Las cadenas son pesadas, frías hasta quemar tus muñecas.
Y no entiendes nada. Nada de lo que sucedió.
¿En qué momento la guerrera cambió tanto?, ¿Cómo?
Las nuevas limitaciones no ayudan, aunque dudas de si hubieras podido hacer algo aun sin estar en esta prisión de arena y cuerdas brillantes. Nunca has sido una peleadora. No como la guerrera.
Las piezas que tienes no ayudan a aclarar la imagen. Es como un caleidoscopio de vivencias desconectadas al que no estás acostumbrada. A pesar de existir en este encierro durante tanto tiempo, al menos podías ver qué pasaba en la vida de tu gente, con excepción de los guerreros, pero eso era normal, el pasado, presente y futuro fluían siempre con claridad, a veces siempre al mismo tiempo, dolorosamente lento.
Ahora apenas podías encontrar la fuerza para vislumbrar más que pequeños fragmentos, desordenados y confusos, sin poder ver hacia adelante. Querías rendirte, al menos aquí no tenías que hacer nada más que yacer en tu celda de luz.
Pero les prometiste ayudarlos con lo poco que tenías, a cambio de un favor.
Te frustraba no entender. Tantos siglos esperando, pensando en si el desenlace sería el mismo tras cambiar algunos detalles, todo para que él te impidiese seguir viendo el curso de las cosas.
Tuviste que dejar de intentar, tratando de protegerla, de ganar tiempo, lograste bloquearlo un tiempo, pero al igual que cuando el aire entraba por tus pulmones, todo fue inútil y el tiempo te rompió.
Pero se lo prometiste, y por eso estás aquí, a punto de saltar.
—¿Estás lista?
Te giras hacia la voz del líder. El rubio te asusta, pero no tenías muchas opciones, o pasarías otros dos mil años aquí, buscando a alguien nuevo.
—Erwin, ten algo de tacto, es una niña... —La investigadora es amable, a pesar de ese semblante triste que siempre la persigue.
—Una jodida niña que en realidad es una anciana entre las ancianas, no seas tan empática, todo este desastre es su jodida culpa.
El guerrero ébano es mucho más aterrador que el líder. Donde el rubio te mira con frialdad y la investigadora con lástima, él te mira con un odio equiparable al del rey.
—Recuérdame, ¿Por qué estás ayudando?, ¿No trataste de matarnos?
—Necesitan algunas pelotas para este estúpido plan y estaba aburrido.
—Suficiente.
Tiemblas, bajando la mirada, las voces de mando no te gustan, nada de esto te gusta, pero lo prometiste.
—Hicimos todo de acuerdo a lo planeado, seguiremos con lo acordado, pero tienes que empezar con tu parte, o esto jamás terminará.
El viento sopla, él no tardará en llegar y no sabes cuando tendrás otra oportunidad.
Los tres te observan, esperando por una respuesta. Sabes que no le agradas a ninguno y no los juzgas por ello, el sufrimiento de tu gente siempre ha sido culpa tuya.
—¿Estás lista?
Aprietas los labios, volviendo tu mirada hacia tu única puerta de escape que no sabrás si podrás abrir de nuevo. Esta rama es débil, endeble por ser formada tan recientemente y estar a punto de desprenderse de la vid, pero la nutrirás, cumplirás tu promesa, y lo más importante, podrás entender.
El viento empeora, las cadenas tintinean y tu piel arde, pero cruzas la línea, dejándote caer en el nuevo azul.
Las cadenas se rompen, aunque los grilletes siguen adheridos a tus muñecas.
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and i wanna cry, i wanna learn to love
but all my tears have been used up
on another love, another love
all my tears have been used up
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