Después del fallecimiento de uno de sus hijos, Aquino, Duxo y sus dos pequeños, deciden empezar de cero en un nuevo hogar.
Pero perder un hijo no es cualquier cosa, y Aquino estaba intentando sobrevivir con el dolor encima, descuidando su matrimonio...
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{6 meses antes del accidente...}
La tarde en el hogar de los tres pequeños se había hecho divertida.
Soarinng y Mictia jugaban a la peluquería mientras que Natalan se encargaba de observarlos muriendo de risa por los feos peinados de Soarinng hacia su hermana.
—Saben, si no supiera que son mellizos pensaría que son la misma persona.— Burlo al ver la coleta más chueca y llena de nudos de su vida.
—¡Pues callate por que tu eres el siguiente!— Grito molesta la pequeña Mictia.
El "peluquero" rió y comenzó a deshacer la coleta de su hermana enojada.
—Listo ¡ahora! Hay que jugar a los espejos.— Dijo emocionado.
Natalan bufo y Mictia se alegro ya que amaba disfrazarse.
—Yo no puedo jugar ese juego..— Desanimo Nat.
—No te preocupes Naty, será rápido.— Los dos hermanos castaños corrieron a su armario y comenzaron a jugar.
El juego era simple, tendrían que fingir ser su espejo solamente que vistiéndose igual.
Mictia siempre utilizaba la ropa de su hermano pues era más sencillo para Daniel. Pero esta vez fue distinto, pues el mismo Daniel deseó ser el espejo de Mic.
Por lo que a la fuerza hizo que una de las faldas de su hermana entrara en sus caderas para lucirla.
—¡Me aburro!— Renegó Natalan.
Mictia y Soarinng salieron de su pequeño closet.
Natalan los miro sorprendido, no por que sean parecidos, si no por la "valentía" de su hermano por utilizar una falda que le quedaba.
—Me veo divina.— Dijo en una fingida voz chillona.
Comenzó a juguetear y dar vueltas con lo que sentía que era un vestido.
—Te vez ridículo.— Dijo Natalan para empezar a reír.
Mictia golpeo su cabeza con enojo.
—Déjalo, te da envidia.—
—¿Envidia? Yo no me pondría nunca una falda.—
Con sus hermanos peleando, Daniel no podía evitar observarse en su pequeño espejo y encantarle lo que veía.
—¡Niños! A comer.— Aquino entro y al observarlos realmente quedo confundido.—¿Qué están haciendo?—
Soarinng al sentir la presencia de su padre se escondió debajo de su cama con demasiada vergüenza.
—¿Dani?— Aquino se acerco a la cama y se agacho para observarlo.—¿Qué tienes?—
El pequeño se había ocultado tras los peluches olvidados de su hermano Nat.
