Entre Nosotros [TERMINADA] (En Edición)

𝓣𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸

La Nona ha tenido varios episodios de Alzheimer en las últimas semanas. Sin embargo, estos días parece estar mejor; sale a regar sus flores, se distrae con un poco de trabajo en la cocina y realiza otras actividades. El doctor nos sugirió esperar antes de considerar un cambio en su medicación.

Por mi parte, he aprendido a manejar mejor las situaciones. Ya no me altero, aunque me da nostalgia ver a la Nona así. Mi hermana, aunque suele ser muy dura, es diferente con la Nona. Cada vez que nuestra abuela no la reconocía, le afectaba profundamente. Tal vez las hormonas del embarazo influyen en sus emociones. Con tres meses y tres semanas, su pancita empieza a notarse, igual que cuando esperaba a Charlotte. Aunque todavía no sabemos el sexo del bebé, ella ya lo sabe, pero ha decidido mantener el misterio hasta el nacimiento.

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Una tarde, mientras la Nona regaba sus flores en el jardín, me acerqué para ayudarla. Sus movimientos eran lentos pero firmes, y su mirada reflejaba una calma que había sido esquiva en las últimas semanas. La brisa suave movía las hojas, creando un ambiente de tranquilidad.

-¿Cómo te sientes hoy, Nona? -le pregunté, esperando captar algún rastro de su estado mental.

Ella me miró con una sonrisa suave y sus ojos chispearon con una luz familiar.

-Me siento bien, cariño. Las flores están preciosas, ¿verdad? -respondió.

Asentí, contenta de verla tan animada. Decidí aprovechar su buen humor para conversar un poco más.

-¿Te gustaría que cocináramos juntas esta tarde? Podríamos hacer tu famoso guiso.

La Nona asintió con entusiasmo. Entramos a la cocina y comenzamos a trabajar. Mientras picábamos verduras y removíamos el guiso, me contó historias de su juventud, algunas que ya había escuchado y otras que eran nuevas para mí. Era como si el Alzheimer se hubiera tomado un respiro, permitiéndonos disfrutar de un momento de normalidad.

Esa noche, después de cenar, mi hermana llegó a casa. Estaba radiante, a pesar del cansancio visible en su rostro. Nos sentamos en la sala, y la Nona, desde su sillón favorito, nos observaba con una expresión serena.

-Hoy me siento un poco más optimista -le dije a mi hermana cuando la Nona ya estaba dormida-. La Nona tuvo un buen día.

Mi hermana asintió, acariciando su pancita.

-Sí, he notado que ha estado mejor estos días. Ojalá sigan así. -Hizo una pausa y añadió-. Me alegra que hayas aprendido a manejar la situación. Sé que no es fácil.

Le sonreí y tomé su mano.

-Estamos juntas en esto. Y pronto tendremos otra personita a quien cuidar y amar.

- si - dijo Yue frotando su pancita.

- me tengo que ir. Nos vemos en dos días.

- claro.