Entre Nosotros [TERMINADA] (En Edición)

𝓥𝓲𝓮𝓳𝓸 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓸

Jack Jones

Había llegado el día. El día en que finalmente me casaría con Camille. Estaba nervioso y emocionado, pero también había una sombra de tristeza flotando en el aire. Ojalá estuvieras aquí, Nick.

Era mi boda, mi momento, y estaba feliz, pero no del todo. Mamá me animaba desde la banca donde estaba sentada junto a mi padrastro. Entonces las campanas sonaron y mi amada Camille caminó por el pasillo con una sonrisa nerviosa y lágrimas brillando en sus ojos.

Sonreí al verla, tan perfecta. Cuando la tuve enfrente, no pude evitar las ganas de llorar. Camille había sido mi apoyo desde la partida de mi hermano. La conocí una noche en que me emborraché hasta el punto de perder el sentido. A partir de ahí, fui todas las noches al bar para verla. Nos hicimos amigos y luego le pedí que fuera mi novia, hasta llegar a este día en que se convertiría oficialmente en mi esposa. Nuestro pequeño hijo estaba sentado al lado de mi madre.

Camille me agarró de la mano, con una sonrisa radiante, mientras nos acercábamos al altar. Aunque la boda estaba por comenzar, mis pensamientos no estaban en la ceremonia, sino en Mack.

Habían pasado tres largos años desde que la vi por última vez. Desde la tragedia que cambió nuestras vidas para siempre. Aunque nuestros caminos se separaron, siempre me pregunté cómo estaba. Nick, fue su novio, era uno de mis mejores amigos además de ser mi sangré. Y cuando perdimos a Nick, casi perdí también a Mack.

-Jack, ¿estás bien? -preguntó Camille, interrumpiendo mis pensamientos.

-Lo siento -respondí, forzando una sonrisa-. Solo pensaba en lo feliz que estoy de que estemos aquí juntos hoy.

Ella me miró con preocupación, pero asintió con una sonrisa dulce y se volvió hacia el altar. Mis ojos buscaron a Mack entre los invitados. La vi, de pie junto a Connon, con la mirada fija en el pequeño niño que cargaba mi madre.

La ceremonia comenzó y, cuando terminó, besé a mi esposa. Los aplausos resonaban en el fondo. Después de la ceremonia, nos tomamos algunas fotos y la vi nuevamente.

Cuando nuestras miradas se encontraron, sentí como si el tiempo se detuviera. El dolor y la tristeza del pasado parecían desaparecer, dejando solo alivio. Mack había cambiado, pero su sonrisa seguía siendo la misma. Era como ver a un viejo amigo por primera vez en años. Estaba feliz de que hubiera venido en un día tan especial para mí.

Después de las fotos, Camille fue a hablar con algunos invitados. No pude apartar los ojos de Mack. Connon notó mi mirada y me lanzó una sonrisa de complicidad. Mack y yo aún no habíamos hablado, pero sabía que este era solo el comienzo de una nueva etapa para nosotros.

Connon se acercó a mí.

-Jack -dijo, poniendo una mano en mi hombro-, felicidades por tu boda.

-Gracias. Estoy feliz de verlos a ambos. Ha pasado tanto tiempo.