El día de mi boda finalmente llegó después de tantos años. A pesar de que tenía la ilusión de llegar al altar con Nick, él me mandó a la persona que me hará feliz el resto de mis días. En mi habitación, Amaia, Alizet y mi hermana me ayudaban a arreglarme. Cuando terminaron de peinarme, les pedí un momento a solas mientras me colocaba mi vestido de novia. Una vez que tenía puesto el vestido, me miré al espejo. En verdad lucía radiante. Miré mis ojos y decidí que, a pesar de la promesa de conservarlos solo para él, era hora de cambiarla y conservarlo en mi corazón. Cuando realmente ya no rechazas nada del hoyo negro, finalmente has sanado, y eso es lo que quiero hacer. Quiero empezar un nuevo comienzo, crear el resto de mi historia. Por eso tomé la decisión de regresar al color natural de mis ojos. Ya no más lentillas olivas. Y ahora sí era completamente yo misma, ya no había más máscaras.
Cerré los ojos para tomar una profunda respiración. Los caireles a los lados de mi rostro ayudaban a marcar mis facciones. Cuando ya iba a salir, un rostro familiar apareció en el espejo. De inmediato, sus ojos conectaron con los míos y una sonrisa triste se formó en su rostro, mientras que el mío permanecía congelado, estático, sin poder creer lo que veía.
-Hola, pequeña zanahoria.
Me giré para verlo de frente. Lucía igual que siempre, pero al mismo tiempo diferente, totalmente diferente. Sus ojos tenían un brillo que nunca vi en él.
-Nick -dije finalmente en un susurro apenas audible.
Él sonrió.
-Vas a casarte -señaló.
Miré mi vestido y luego a él.
-Sí -murmuré con una sonrisa. Sonaba feliz, o eso esperaba. Pero mi corazón comenzó a encogerse un poco más al verlo acercarse.
Nick pareció notar mi tono alegre y asintió.
-Te ves... -tomó aire y lo soltó con lentitud-. Eres una novia preciosa.
-Gracias.
Nick ladeó su rostro, y el cabello cayó en sus ojos, pidiendo ser acomodado en su lugar, pero mantuve mis manos sobre el vestido.
-¿Cómo has estado? -preguntó con sus ojos brillando.
Mi corazón se encogió por su pregunta y sentí cómo se formaba un nudo en mi garganta.
-Me costó un tiempo recuperarme, pero busqué ayuda y... estoy bien.
-Me alegro, Mack. De verdad lo hago.
-Lo sé -musité.
Ambos nos quedamos ahí, disfrutando del momento. En silencio, disfrutando de la presencia del otro después de tanto tiempo.
-Te ves feliz -dijo orgulloso.
-Lo soy -dije, dudando solo por un latido del corazón.
-¿Será la boda que siempre quisiste?
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Entre Nosotros [TERMINADA] (En Edición)
Jugendliteratur¿Después de la tormenta sale el sol? La vida de Makenzie white no ah sido fácil, hace cinco años perdió a sus progenitores pero no solo basto con la perdida de sus padres si no también con la de su bebé de apenas dos meses. El tiempo de sanación f...