Entre Nosotros [TERMINADA] (En Edición)

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La carta anónima con la amenaza no dejó de rondar mi mente desde el momento en que la encontré. Sentía como si el pasado estuviera tratando de volver a atraparme, pero sabía que no podía permitirme vivir en el miedo. Connon y yo habíamos tomado todas las precauciones necesarias para mantenernos a salvo, pero las palabras escritas aún resonaban en mi cabeza como un eco una y otra vez durante algunos momentos.

"Sabía que regresarías. Esto no ha terminado."

Connon estaba a mi lado, su rostro reflejaba una mezcla de preocupación y determinación. Sabíamos que debíamos estar más unidos que nunca. Para distraernos y recuperar un poco de normalidad, decidimos mantenernos ocupados con nuestras rutinas diarias. Sin embargo, un incidente inesperado en la empresa de Connon añadió más tensión a nuestra vida.

Una tarde, mientras estaba en la oficina preparando algunos documentos, escuché una discusión acalorada en el pasillo. Me levanté de mi escritorio y me dirigí hacia el origen del ruido. Al llegar,lo vi enfrentándose a uno de nuestros empleados.

- ¡No puedes tratar a la gente así! - gritó Connon, su voz llena de furia.

El empleado, un hombre joven que se veia a lo lejos que era arrogante llamado Marco, retrocedió ante la intensidad de Connon. En ese momento, me di cuenta de lo que había sucedido. Una joven empleada, con lágrimas en los ojos, estaba a un lado, claramente afectada, me acerque y la acogí entre mis brazos mientras miraba la escena y al chico con rencor.

- Lo vi todo, Marco - continuó Connon. - Estabas tocando a Carla sin su permiso. Eso es inaceptable.

- No es para tanto, jefe - murmuró Marco, intentando minimizar la situación.

- No hay excusas - dijo Connon, su voz firme. - Estás despedido. Lárgate de aquí y no vuelvas.

Marco abrió la boca para protestar, pero Connon no le dio oportunidad. Con la ayuda de seguridad, Marco fue escoltado fuera del edificio. Connon se volvió hacia Carla, quien estaba visiblemente alterada.

- ¿Estás bien? - le preguntó con suavidad.

Carla asintió lentamente, y Connon la acompañó hasta su oficina, asegurándole que se tomarían todas las medidas necesarias para protegerla. El incidente me recordó la importancia de estar alerta y proteger a quienes amamos y no solo a quienes tenemos cariño si no a todos no es posible que haya personas que contemplen situaciones similares o perores sin hacer nada y haciéndose los ciegos sabiendo que a ellos le pude pasar.

Esa noche, después de la tormenta emocional del día, Connon me sorprendió con una propuesta para despejarnos y recargar energías.

- Necesitamos salir de aquí por un rato - dijo, su voz más suave ahora. - He planeado algo especial para nosotros.

Curiosa y emocionada, acepté. Connon me llevó a un campo lleno de tulipanes de varios colores, una vista que me dejó sin aliento. El sol estaba comenzando a ponerse, bañando el paisaje en tonos dorados y rosados. Los tulipanes se mecían suavemente con la brisa, creando una escena de ensueño.