Capítulo 9

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                            ELARA

No se como logré llegar a mi habitación, el dolor era muy intenso y insoportable.
Me recosté en la cama y así me quedé medio dormida.

Sentí la voz de Donovan a lo lejos muy lejos de mi. Mi vista se nubló completamente pero lo noté desesperado cuándo sentí un intenso dolor por todo el cuerpo.

Otra voz en la habitación pude apreciar pero me sentía demasiado débil como para reconocerla. Entonces un intenso pitido se escuchó por toda la casa, la alarma de emergencias fue activada.

Todo quedó en silencio hasta que escuché la voz de mis padres a mi alrededor. Mamá lloraba y se quejaba mientras mi padre trataba de consolarla.

Mis ojos pesaban más de lo normal y yo hacía lo posible por mantenerlos abiertos aunque todo a mi alrededor se notaba borroso.

Sentí como algo entró en mis venas, dolió mucho la sensación era horrible.

Admitió que me encanta ver sufrir a las personas, me encanta verles sentir dolor pero no me gusta sentir este dolor, es repugnante y incómodo.

De un momento a otro no puede contener más mis ojos y se cerraron pesadamente. Todo se tornó negro, iba a morir, lo sabía y sentí satisfacción al recordar todas las veces que hice sufrir a mis presas.

Moriría con los mejores recuerdos, nunca temí a la muerte, siempre sentí satisfacción y admiración por ella.

Todo quedó en calma y el dolor desapareció todo era oscuro probablemente ya me encontraba en el infierno.

                                ***

Mis ojos se abrieron lentamente y una luz intensa me hizo cerrarlos rápidamente. Volví a abrirlos lentamente y pude ver que me encontraba en mi habitación.

Mi querida habitación, eso significa que no morí, seguía viva, demasiado viva diría yo.

—¡Estás despierta!—dijo una voz en una esquina de la habitación.

Movi lentamente mis ojos hasta allí para ver a Donovan sentado en una esquina de la habitación. Tenia unas ojeras que al parecer el muerto era el. Se acercó a mi me miró y sonrió.

—¿Cómo te sientes?—preguntó pasando su mano por mi cabello.

—Bien, estoy viva o eso creo. sonreí.

—Menudo susto nos has dado Elara.—dijo en tono de regaño.

—Ay porfavor Donovan ahora no.—me queje.

—Sabes muy bien lo que hiciste.—dijo en tono de regaño.—Pero bueno eso no importa ahora.—suspiró.

—¿Ahora dime que hay de ti y la hermana de Ethan?—pregunté curiosamente.

El me miró con mala cara y suspiró.—Es mi chica.

¡Perfecto!

𝐘𝐚 𝐜𝐚𝐥𝐥ó 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐲 𝐞𝐬𝐭ú𝐩𝐢𝐝𝐚.

¿Tú de nuevo?Ya te e dicho que no te metas en mis planes dejame en paz maldita voz.

𝐍𝐨 𝐬𝐨𝐧 𝐭𝐮𝐬 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐞𝐬, 𝐬𝐨𝐧 𝐦𝐢𝐬 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐞𝐬, 𝐭𝐮 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐩𝐥𝐚𝐧 𝐚𝐬í 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐨𝐬𝐭ú𝐦𝐛𝐫𝐚𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫𝐦𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐢𝐠𝐨.

¡¡Ahhhhhhh!!—grité debido al insoportable dolor de cabeza que dejó tras sus últimas palabras.

—¿Qué pasa?—Donovan me miró preguntando y trató de pararse a buscar a la enfermera cuando le detuve.

Maldición AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora