Capítulo 11

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                            ELARA

Desde la noche que Emily gritó en el pasillo no he vuelto a ver a Ethan, han pasado dos días de lo sucedido y comienzo a creer que me esta evitando.

La herida ya está más sana y ya no duele tanto, ya puedo caminar, correr y desandar como si nada ya volví a ser yo.

Salí de mi habitación y fui en dirección de la cosina en busca de algo para comer me sentía un poco hambrienta.

La primera cara que vi en la cosina fue la de Ethan sentado en una mesa junto a Emily y Georgia. Casi me da un infarto al notar que tenían un gato encima de la mesa, lo miraban como si fuera un angel.

—¿Que coño hace ese bicho ahí?—dije con cara de asco.

Sus miradas pasaron del animal a mi y me miraron apenados.

—Es mío.—dijo Emily.

—No se puede tener animales aquí así que te deshaces de ese bicho ahora mismo.—inquirí.

—Es qué...—trató de explicar pero una voz a mis espaldas la detuvo.

—El gato se queda aquí.—volteé para ver a August con su habitual expresión sería.

—No se puede tener animales aquí.

—No me importa lo que digas es mi casa también y he dicho que el gato se queda.—alteró un poco la voz.

—¿Que esta pasando aquí?—Dijo Donovan recostado del marco de la puerta mirándonos con el ceño fruncido.

Le señale el gato que estaba en los brazos de Emily y el puso cara de sorpresa.

—¿Un gato?—hizo una muesca de asco.—A mamá no ne gustan es mejor que lo desaparezcas.

—¿Porqué creen que en está casa se hace todo lo que ustedes digan?—dijo enfadado.—El gato se queda y no hay discusión alguna.—salió de la cosina tras esas últimas palabras dejándome confundida.

¿Pero que le pasa?

𝐒𝐚𝐛𝐞𝐬 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐚

Yo no se nada

𝐒𝐢 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐲 𝐢𝐧𝐠𝐞𝐧𝐮𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐚𝐬 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐨

Pero que te pasa maldita voz...

𝐓𝐮 𝐡𝐚𝐬 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐧 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚 𝐄𝐥𝐚𝐫𝐚, 𝐭𝐮 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐡𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐯𝐚𝐝𝐨 𝐬𝐮𝐬 𝐭𝐮𝐦𝐛𝐚𝐬.

Pero que...

No, No, No

Y ahí estaba el dolor de cabeza intenso, no se como hacía pera debilitarme tanto un dolor de cabeza. Traté de sujetarme antes de caer pero no puede y termine en le suelo.

Todos corrieron rápidamente hacia mí incluyendo a Ethan que se veía preocupado.

—¿Elara que te pasa?—sentí la voz de Donovan a lo lejos.—¡Elara!

Todos se tornó negro y sólo pude escuchar los gritos desesperado de Donovan.

                               ***

Desperté en mi habitación confundida, todo estaba oscuro y en silencio.

¿Que hora es?

Me levanté de la cama y junto cuando mis pies rozaron el suelo frío un leve escalofrío recorrió mi cuerpo.

Maldición AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora