Un Nuevo Ataque

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La tranquilidad en los terrenos de Yummeng fue interrumpida una noche por la inminente amenaza de un nuevo ataque. Jin Guangyao, decidido a vengarse y desestabilizar a la secta, había enviado a sus secuaces para penetrar las defensas de Yummeng una vez más. La luna brillaba sobre el Receso de las Nubes mientras los discípulos se preparaban para la batalla que se avecinaba.

Jiang Cheng : (serio) Estén listos, no sabemos cuántos vendrán esta vez.

Los discípulos se alinearon con determinación, armados y preparados para proteger su hogar. Jiang Cheng, junto con Jiang Yanli y Wei Ying, lideraban desde el frente, sus corazones llenos de resolución y coraje.

De repente, los intrusos emergieron de las sombras, moviéndose con rapidez, adentrandose a la secta de Yummeng. Jiang Yanli, con su Loto Carmesí en mano, se adelanta para enfrentar la primera oleada de ataques. Su latigo entre rojo y rosa brillaba con energía espiritual, canalizando su habilidad en movimientos certeros y rápidos.

Jiang Yanli : ¡No pasarán!

Con cada golpe, Jiang Yanli demostró su destreza y valentía, manteniendo a raya a los invasores mientras protegía su hogar.

Wei Ying se unió a la pelea, su espada reluciendo bajo la luz de la luna mientras cortaba el aire con determinación. Movimientos rápidos y precisos permitieron a Wei Ying defenderse eficazmente contra los ataques enemigos, protegiendo y apoyando a los discípulos más jóvenes que luchaban junto a él.

Wei Ying : ¡Vamos, no retrocedan!

Jiang Cheng se movía con gracia y poder, su técnica de espada única y poderosa dirigida con precisión mortal contra los invasores. Cada golpe era un recordatorio de su habilidad y experiencia en combate, inspirando a los discípulos a luchar con renovada determinación.

Jiang Cheng : ¡Manténgan la formación! ¡Protejan a Yummeng!

Los discípulos de Yummeng, guiados por el liderazgo implacable de sus sectores, formaron una defensa impenetrable alrededor de la secta. Lucharon con ferocidad y unidad, determinados a defender su hogar ya aquellos que amaban de cualquier amenaza externa.

La batalla fue intensa y prolongada, cada momento lleno de tensión y desafío. Los intrusos, aunque numerosos y persistentes, no lograron superar la determinación y la fuerza de la secta de Yummeng.

Finalmente, después de una resistencia tenaz y valiente, los invasores fueron derrotados. Heridos y desmoralizados, se retiraron en la oscuridad de la noche, dejando atrás un campo de batalla marcado por la victoria de Yummeng.

Jiang Cheng : (respirando agitado) Lo hemos logrado una vez más...

Jiang Yanli : (sonriendo con orgullo) Sí, pero debemos mantenernos vigilantes.

Wei Ying : Jin Guangyao no se detendrá. Debemos estar preparados para lo que venga a continuación.

Lan Xichen llegó poco después, su expresión reflejaba preocupación mezclada con alivio al ver que todos estaban relativamente ilesos.

Lan Xichen : (serio) Estamos haciendo todo lo posible, pero Jin Guangyao es astuto. Necesitamos estar un paso adelante.

Jiang Cheng : (asintiendo) Lo sé. Estaremos preparados para enfrentarlo, sin importar cuántos intentos haga.

Con renovada determinación y un sentido de unidad más fuerte que nunca, la secta de Yummeng se preparó para los desafíos continuos que Jin Guangyao traería consigo. Sabían que la batalla aún no había terminado, pero estaban listos para defender su hogar ya aquellos a quienes amaban, sin importar el costo.

HANAHAKI (XICHENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora