Los Primeros Pétalos

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Jiang Cheng ya no podía soportar más el dolor de saber que Lan Xichen jamás lo amaría. Todo el mundo sabe que los Lan solo aman una vez en su vida, así que decidió guardar sus sentimientos para que nadie sintiera pena por él. Pero un día, mientras entrenaba a sus discípulos, sintió un fuerte dolor en el estómago.

Discípulo: ¿Líder Jiang, se encuentra bien?

Jiang Cheng: Sigan entrenando, volveré enseguida. Iré con la doctora Wen para revisarme.

Después de decir eso, sintió un mareo y luego vomitó sangre mezclada con pétalos de color azul.

Todos se preocuparon mucho y llamaron a la doctora tan rápido como pudieron. Para cuando llegó Wen Qing, Jiang Cheng ya estaba desmayado.

Wen Qing: ¿Qué fue lo que ocurrió aquí? ¿Por qué está así? —preguntó con calma, aunque los discípulos sabían que estaba muy preocupada porque eran muy buenos amigos.

Discípulo: Doctora Wen, estábamos entrenando y le empezó a doler el estómago. Dijo que iba a ir a llamarla, pero luego empezó a vomitar sangre con pétalos de color azul.

Wen Qing estaba muy sorprendida. Nunca antes había oído de algo así, pero sabía que tenía que averiguar lo necesario para ayudar a su amigo. Los discípulos llevaron a su líder a su habitación para que Wen Qing pudiera revisarlo.

Pasó una hora y Wen Qing finalmente descubrió qué tenía Jiang Cheng. Tendría que informar a los discípulos para que lo cuidaran, ya que sabía que Jiang Cheng no lo haría.

Discípulo: Doctora, ¿qué es lo que tiene nuestro líder?

Wen Qing: Tiene una enfermedad muy rara llamada Hanahaki Disease. Se trata de un amor no correspondido. Esta enfermedad debe ser tratada cuanto antes. Tendré que operarlo, o deberá confesar sus sentimientos a esa persona. Si lo rechaza, la enfermedad podría matarlo, pero si no, podría curarse.

Discípulo: Pero doctora, todos aquí saben que nuestro líder está enamorado de Zewu-jun, y él ya tiene pareja.

Wen Qing: Entonces son malas noticias. Tendré que operarlo en unos días para ver cómo avanza esto, pero se olvidará de Lan Xichen.

Discípulo: Pues eso está bien, entonces ya no tendrá que volver a sufrir por él nunca más.

Después de una larga charla con los discípulos de Yummeng, Jiang Cheng, que había estado escuchando todo el tiempo tras la puerta, sabía lo que estaba pasando. Sabía que operarse sería lo mejor, así que tendría que empezar a dejar de pensar tanto en Lan Xichen, ya que, si no, la enfermedad empeoraría.

HANAHAKI (XICHENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora