Un problema

228 24 1
                                        

La paz que se había asentado en la vida de Lan Xichen y Jiang Cheng estaba a punto de ser perturbada por las sombras del pasado. Jin Guangyao, resentido y enfurecido por la reciente relación de Lan Xichen, no estaba dispuesto a aceptar su derrota sin luchar.

Esa misma noche, Jin Guangyao, utilizando sus habilidades furtivas, se infiltra en los Recesos de las Nubes. Moviéndose con sigilo, evadió a los discípulos que vigilaban y se dirigió directamente a los apóstoles de Lan Xichen. Al llegar, empujó la puerta con una fuerza contenida, dejando claro que su visita no era amigable.

Jin Guangyao : (con frialdad) Lan Xichen, tenemos que hablar.

Lan Xichen, sorprendido por la aparición arrepentida de Jin Guangyao, se levantó de su escritorio, donde estaba revisando unos pergaminos.

Lan Xichen : (en serio) ¿Qué haces aquí? No eres bienvenido.

Jin Guangyao : ¿De verdad piensas que puedes dejarme así y seguir adelante como si nada? ¿Por alguien que es claramente inferior a mí?

Las palabras de Jin Guangyao resuenan en la habitación, llenas de veneno y desprecio. Lan Xichen frunció el ceño, sintiendo cómo la ira crecía en su interior.

Lan Xichen : (firme) No toleraré tus insultos, ni a Jiang Cheng ni a mí. Nuestra relación es asunto nuestro, y tú no tienes derecho a intervenir.

Jin Guangyao avanzó, sus ojos brillando con una mezcla de rabia y dolor.

Jin Guangyao : ¡Me abandonaste! ¿Por qué? ¿Qué tiene él que no tenga yo?

Lan Xichen mantuvo la calma, aunque sus manos se cerraron en puños.

Lan Xichen : Jiang Cheng tiene algo que tú nunca entenderás: integridad y honor. Él no necesita menospreciar a los demás para sentirse superior. Y ahora, te exijo que te vayas. No eres bienvenido aquí.

La furia de Jin Guangyao alcanzó su punto máximo. Sus ojos se estrecharon, y una oscura promesa asomó en su voz.

Jin Guangyao : Te arrepentirás de esto, Lan Xichen. Me vengaré, y te seguro que Jiang Cheng sufrirá por tu decisión.

Con esas palabras, Jin Guangyao dio media vuelta y salió de la habitación, dejando tras de sí una estela de tensión. Lan Xichen, aunque visiblemente afectado, sabía que no podía permitir que el temor dictara sus acciones.

Más tarde, esa misma noche, Lan Xichen viajó rápidamente a la residencia de los Jiang para encontrarse con Jiang Cheng. Al llegar, fue recibido por los discípulos, quienes lo llevaron directamente a la habitación de Jiang Cheng.

Jiang Cheng : (preocupado) Xichen, ¿qué te trae aquí a estas horas?

Lan Xichen se sentó junto a él, tomando su mano con suavidad.

Lan Xichen : Ha habido un problema. Jin Guangyao vino a los Recesos de las Nubes esta noche. Me enfrentó, y no estaba contenta con nuestra relación.

Jiang Cheng frunció el ceño, sintiendo un nudo de preocupación formarse en su estómago.

Jiang Cheng : ¿Qué dijo?

Lan Xichen : (con seriedad) Amenazó con vengarse. Y temo que podría intentar hacerte daño.

Jiang Cheng, aunque preocupado, presionó la mano de Lan Xichen con determinación.

Jiang Cheng : No permitiré que nos intimiden. Juntos, podemos afrontar cualquier cosa.

Lan Xichen ascendió, reconfortado por la fortaleza de Jiang Cheng.

Jiang Cheng : Pero para asegurarme de que estoy a salvo, activare el escudo de protección de la secta cada noche. Así, si Jin Guangyao intenta entrar en Yummeng, no podrá hacerlo.

Lan Xichen : (agradecido) Gracias, A-Cheng. Eso me tranquiliza un poco.

Ambos se abrazaron, sintiendo la fortaleza de su vínculo en medio de la adversidad. Sabían que debían estar preparados para lo que fuera que Jin Guangyao planeaba, pero mientras estaban juntos, tenían la confianza de que podrían superar cualquier obstáculo.

El escudo de la secta de Yummeng se activó esa misma noche, bañando los terrenos con una luz protectora. Los discípulos se aseguraron de que todo estuviera en orden, y Lan Xichen permaneció con Jiang Cheng, dispuesto a protegerlo a toda costa.

La amenaza de Jin Guangyao pendía sobre ellos, pero en sus corazones, Lan Xichen y Jiang Cheng sabían que su amor y su unión eran más fuertes que cualquier adversidad que pudieran enfrentar. Y así, bajo la luz protectora del escudo, se prepararon para enfrentar juntos el desafío que se avecinaba.

HANAHAKI (XICHENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora